<Una al día ayuda
a estar sanos. Especialistas aconsejan
cómo comerlas según enfermedad
La manzana es una de las frutas que más
posibilidades ofrece en la cocina: puede
utilizarse como ingrediente principal o de
acompañamiento en recetas. Además de la
variedad culinaria, unas preparaciones se
adecuan de mejor manera a distintas
enfermedades: asada, para gastritis
y úlceras; en compota, para el estreñimiento
o la diarrea.
La ciencia ha descubierto distintos modos
para sacar provecho a todas las partes de la
manzana, incluida la piel o cáscara que se
desperdicia, de la que se extraen compuestos
como la fibra insoluble y potentes
antioxidantes.
La composición nutritiva de la manzana es
poco llamativa, ya que no destaca en
contenido vitamínico, ni de minerales ni de
fibra, en comparación con otras frutas. Sin
embargo, se le atribuyen extraordinarias
propiedades, tanto en publicaciones
científicas como de divulgación, asociadas a
su composición en fitoquímicos.
Propiedades
saludables
El valor añadido de los alimentos naturales
es que las mezclas de fitoquímicos que
contiene la manzana actúan de forma
sinérgica, por lo que la actividad biológica
es mayor que la suma de los efectos de sus
componentes purificados. Así lo explica en
una investigación sobre las cualidades
biológicas de los fitoquímicos de plantas y
alimentos el doctor Ilya Raskin, reconocido
investigador y profesor en la Rutgers
University de New Jersey. Varias líneas de
investigación sugieren que las manzanas y
sus derivados tienen una amplia gama de
actividades biológicas. Estas pueden
contribuir a los efectos beneficiosos contra
enfermedades asociadas a una mala
alimentación, como las cardiovasculares,
diabetes, obesidad y cáncer.
Laxante y
astringente.
La manzana cruda y con piel es rica en fibra
soluble e insoluble, un nutriente que regula
la función intestinal y previene
el estreñimiento.
Esta fruta, pelada y cocida, proporciona
pectina, un tipo de fibra soluble capaz de
retener agua, lo que redunda en una mejora
de la diarrea si se come en
compota o asada sin piel.
También tiene cualidad astringente si se
come cruda, pero ha de rallarse y
oscurecerse para que actúen los taninos,
sustancias que contiene la manzana con
propiedades astringentes y antiinflamatorias.
Diabetes y
colesterol.
La acción de varios compuestos de la manzana
redunda en resultados positivos si se
incluye la manzana en la dieta terapéutica
de personas con diabetes. En el ámbito
clínico, la administración de polifenoles
extraídos de las manzanas en forma de
cápsulas o comprimidos ha demostrado la
capacidad de regular el metabolismo
de la grasa, con mejoras en el
perfil plasmático del colesterol,
así como en la reducción de la grasa
visceral y en un retraso en la absorción de
la glucosa en el tracto digestivo.
Cáncer
[manzana cruda es una prevención contra
cáncer]
Una revisión de estudios epidemiológicos y
clínicos realizada por el Centro alemán de
investigación en cáncer se centra en
analizar los potenciales efectos
quimiopreventivos de las manzanas frescas,
los jugos y los extractos de la fruta
(polifenoles y demás componentes con alta
actividad biológica). Los extractos de
compuestos antioxidantes de la manzana han
demostrado, en laboratorio, influencia
en la prevención del cáncer por
distintos mecanismos: actividad
antimutagénica, modulación del metabolismo
carcinógeno, acción antioxidante y
antiinflamatoria, actividad
antiproliferativa.> |