Erich von Däniken:
Viaje a Kiribati - extraterrestres
[Introducción]: Un
mensaje a mis lectores (introducción)
Tapa del libro "Viaje a Kiribati" de Erich von
Däniken
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Revés del libro "Viaje a Kiribati"
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de: Erich von Däniken: Viaje
a Kiribati; Ediciones Martínex Roca, S.A.; Gran Vía, 774,
7º; 08013 Barcelona; ISBN: 84-270-0684-5
presentado por Michael
Palomino (2011)
Texto:
[Introducción]:
Un mensaje a mis lectores (introducción)
Sr. Erich von Däniken, retrato [1]
Cuando uno supla para
quitar el polvo, es inevitable que mucha gente se ponga
a toser.
de: El príncipe Felipe
duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II
Un hombre sabio que ha
estudiado nuestros hábitos de lectura - me parece que fue
el profesor Alphons Silbermann - ha averiguado que cada
"generación de lectores" abarca unos cuatro años.
Compruébenlo ustedes mismos, pues parece ser cierto. Entre
los dos y los seis años de edad, la primera generación de
lectores se forma con robustos libros de dibujos. Luego
vienen los insufribles libros de texto y los de cuentos,
hasta los diez años, en que éstos son reemplazados por los
"tebeos". Las chicas y los chicos más despejados leen ya
novelas juveniles, relatos de aventuras y de viajes, o
(p.7)
descripciones de la vida
de los animales. A partir de los catorce años se madura
con rapidez; la lectura se extiende a todo el abanico de
la novela y a los primeros libros de divulgación
interesantes. A los dieciocho se manifiesta por primera
vez una preferencia hacia determinados temas especiales,
que serán tal vez los que acompañen durante toda la vida,
o bien, modificados por la profesión, las experiencias de
la vida privada, las aficiones o los acontecimientos,
abran un nuevo ciclo en las generaciones de lectores.
Considerando este ritmo,
veo que han transcurrido tres generaciones y media de
lectores desde 1967, en que apareció mi primer libro. ¡El
que cumplía diecisiete años en 1967 hoy cumple treinta!
Quizá nos conocimos ya entonces, querido lector. Quizá
forma usted parte del numeroso público incondicional que
se presenta con puntualidad a la llamada, cada dos años,
cuando aparece otro de mis libros.
Por otra parte, es seguro
que muchos jóvenes me leen por primera vez, cuando aporto
hechos calientes en prueba de mis "viejas" tesis. En
efecto el destino de toda hipótesis, por científica que
sea, es la revisión incesante. Confieso que eso me plantea
un dilema, cada vez que me pongo a ello: para mis lectores
habituales, las posiciones de base ya están claras. Pero,
de cara a mis nuevos lectores, ¿qué "bagaje" conviene
suministrarles para que pisen en firme entre el cielo y la
tierra? No deseo aburrir a mis fieles lectores, pero
tampoco quiero que los nuevos se metan en la espesura sin
darles una brújula.
[Muchas cosas cambian con la ciencia de Däniken]
Ante este dilema, me
limitaré a anotar con brevedad telegráfica lo que vengo
afirmando desde hace catorce años:
-- Que en época
prehistórica la Tierra fue visitada por unos seres
desconocidos procedentes del Cosmos. Son los llamados
"alienígenas" o "extraterrestres" de la literatura
especializada.
-- Los extraterrestres
crearon la inteligencia humana modificando la masa
genética de los terrícolas, que vivían en estado
primitivo. Los científicos llamarían a este acto una
mutación inducida artificialmente. A mi modo de ver, la
aparición de la inteligencia humana no fue debida al azar,
no fue un premio de lotería sacado de entre miles de
millones de probabilidades, sino una intervención
planificada por seres desconocidos procedentes del
Universo (p.8).
-- Las visitas de los
desconocidos a la Tierra dieron lugar a las primeras
religiones, a la formación de mitos y leyendas, en cuyo
núcleo se esconde la realidad de unos acontecimientos del
remoto pasado.
Si estas hipótesis
brevemente repetidas aquí no tuviesen un alto poder
explosivo, no habrían desencadenado una discusión a escala
mundial. En efecto, he dinamitado los pilares
fundamentales de la doctrina tradicional. Con los
conocimientos adquiridos a lo largo de veinte años, he
andado como un salteador por entre los predios de la
arqueología, la etnología, la genética, la investigación
aeroespacial... e inevitablemente, también de la teología.
Es claro que durante mi andadura he pisoteado muchos
callos y juanetes, como no podía dejar de ocurrir. También
es claro que, en algunos casos particulares, me han
demostrado que estaba en un error. Lo cual he de reconocer
aquí.
[Los tontos periodistas atacan a Däniken y vienen
de todos los continentes]
Pero también se ha visto
que mis hipótesis tenían alguna base, y esto me consuela
de mis fatigas. Se han editado libros para atacarme en
todos los idiomas del mundo. Toda una falange de autores
se engancha al tren de mi éxito mundial para tratar de
golpearme, no sin golpes bajos algunas veces. El que está
ahogándose, patalea con fuerza. Debo ser indulgente. Por
otra parte, aparecen también y en número creciente libros
que se ocupan de mis tesis en serio, y algunas veces con
benevolencia. Entre éstos figuran los de bastantes
científicos conocidos.
El tema ha adquirido una
resonancia mundial que casi no tiene paralelo en nuestro
siglo. No sólo mis películas "Recuerdos del futuro" y "El
mensaje de los dioses" contribuyen a ello, pues también se
inspiran en mis ideas, al menos en parte, las
superproducciones norteamericanas como "La guerra de las
galaxias" y "El imperio contraataca". Mis lectores
habituales encuentran en la pantalla situaciones que les
son ya familiares.
[Canción nueva: Buscaron un planeta para vivir]
El conjunto "pop" EXILED
[exilados] (RCA-PL 25 297) se lanza a fondo en su última
creación discográfica, cantando en idioma inglés la letra
siguiente:
"Fue hace mil de años,
cuando una colosal armada de naves espaciales cruzó el
mar de estrellas. Estaban buscando planetas que
sirvieran para diseminar y perpetuar la vida. Por eso
también descubrieron y colonizaron el planeta Tierra. En
nuestros tiempos empezamos a descifrar las claves de
aquella fantástica aventura... (p.9)
Y ahora, ocurra lo que
ocurra en los cielos y en la tierra, sabremos entenderlo
y comprenderemos cada vez más..."
El que mis temas hayan
llegado a ser tan populares que entren en la música
juvenil, no puede sino complacer al autor. Aprovecho la
ocasión para asegurar que no he sido yo el que ha
compuesto la letra de la canción. Pero puedo apreciar que
la generación joven no vive ajena a las ideas renovadoras.
Escuchemos, queridos
lectores, al profeta Ezequiel, que vivió hacia el 592
a.d.C.:
"Hijo del hombre, tú
habitas en medio de un pueblo rebelde, que tiene ojos
para ver y no mira, y oídos para oír y no escucha."
Por lo que a mí respecta,
pienso seguir levantando polvareda por más que muchos
tosan.
Invito a mis lectores
antiguos y nuevos a que me acompañen en unos cuantos
viajes. Se enterarán de muchas cosas nuevas, y también
sabrán de las tribulaciones que llega a sufrir un
"investigador dominguero" en sus viajes por todo el mundo.
Cordialmente, Erich von
Däniken (p.10)