Texto:
Garuda, el
príncipe de los pájaros - De Bali a Singapur con GARUDA -
Siva, el Salvador y el Destructor - Tántalo y el secreto
traicionado - La lámpara maravillosa de Aladino ilumina los
secretos de las partículas elementales - El rayo de los
dioses, arma secreta - ¿Un mensaje indescifrable? - La
invisibilidad, investigación en curso - Un ejemplo que ojalá
permanezca utópico - Los Robinsones sobrevivientes - Los
pictogramas, inventados hace una eternidad (p.154)
[4.3. Tántalus, el
hijo de Zeus y un traidor]
TANTALUS
Tántalo fue hijo de Zeus... ¡y un traidor! Como hijo del dios
y rey de Frigia, Tántalo derivaba todo su prestigio del
privilegio de que gozaba, de poder sentarse a la mesa de los
dioses, comer con ellos... y escuchar sus conversaciones. Pero
en vez de callar y ser discreto, como deben hacer los que
reciben las confidencias de los poderosos, Tántalo aireó los
secretos de los inmortales repitiéndolos ante sus amigos
humanos. Con lo que su imagen salía cada vez más favorecida:
para los hombres era un elegido, alguien que sabía mucho más
que ellos, que estaba en el secreto de las cosas y de los
acontecimientos (p.161).
Suplicios de Tántalo por
traición
A fin de conservar el favor de sus celestiales patronos,
Tántalo los convidó a un banquete especialmente preparado. Con
el oculto propósito de averiguar si era cierta la omnisciencia
de los dioses, hizo sacrificar a su hijo PÉLOPE y lo presentó
en la mesa convertido en un guiso. Pero los dioses adivinaron
el engaño sin probar bocado, resucitaron al vástago Pélope y
enviaron al padre Tántalo para toda la eternidad al Hades o
mundo subterráneo, donde iba a padecer horribles tormentos.
Allí, en la oscuridad y con el agua hasta el cuello, el
desnaturalizado padre sufriría los célebres suplicios de
Tántalo: a pesar de estar sumergido en agua clara, cuando se
inclinaba para beber el nivel bajaba hast adejarlo en seco. A
orillas de las aguas colgaban ramas cargadas de estupendos
frutos, pero cada bez que intentaba levantar la mano para
cogerlos, un soplo de viento los apartaba de su alcance.
Además, se cernía sobre su cabeza una roca que amenazaba
constantemente con caer y aplastarle. Con estos tres suplicios
- el hambre, la sed y el miedo incesante - pagó Tántalo su
traidora indiscreción.
[Tántalus, la máquina de acerlerar los electrones
hasta casi la velocidad de la luz]
TANTULUS roba los últimos
secretos del universo
El moderno TANTALUS se dispone a traicionar otra vez los
secretos más arcanos... obligado a ello por los científicos.
Los investigadores de la universidad de Wisconsin dieron el
nombre de Tántalo a una complicada maquinaria capaz de
acelerar los electrones hasta casi la velocidad de la luz. Las
partículas así aceleradas despiden una extraña luminiscencia
azul, a la que se ha denominado radiación sincrotrónica. Esa
radiación es más dura que cualquier clase de rayos X por alto
que sea su voltaje, y atraviesa las estructuras de las
moléculas y de los átomos.
Esto permitirá arrebatar al universo uno de sus mayores
secretos: el mundo atómico, cuyos detalles permanecían ocultos
al ojo humano, la estructura íntima de la materia, quedarán,
desvelados. La máquina TANTALUS se dispone a revelar los
secretos de los dioses; aprenderemos a entender y reproducir
la constitución de la materia. Estamos convidados al banquete
de los dioses.
Una historia antigua se repite (p.162).