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Erich von Däniken: Profeta del pasado

Capítulo 4: La historia se repite

[4.2. India: dios Siva del ser
]

Dios Siva
Dios Siva [1]

de: Erich von Däniken: Profeta del pasado. ¡Los extraterrestres están en todas partes! Pruebas demoledoras de las más recientes investigaciones; Ediciones Martínez Roca, S.A., Barcelona 1979, ISBN: 84-270-0535-0; In memoriam Rolf R. Bigler, crítico y amistoso compañero de viaje.

presentado por Michael Palomino (2011)
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Texto:

Garuda, el príncipe de los pájaros - De Bali a Singapur con GARUDA - Siva, el Salvador y el Destructor - Tántalo y el secreto traicionado - La lámpara maravillosa de Aladino ilumina los secretos de las partículas elementales - El rayo de los dioses, arma secreta - ¿Un mensaje indescifrable? - La invisibilidad, investigación en curso - Un ejemplo que ojalá permanezca utópico - Los Robinsones sobrevivientes - Los pictogramas, inventados hace una eternidad (p.154)



[4.2. India: dios Siva del ser]

¿Quién o qué es Siva?

¿Quién era Siva?
¿Qué es Siva?

Las respuestas a ambas preguntas nos ponen al borde de un abismo insondable.

Siva era uno de los dioses principales, y se nos describe en los Vedas hindúes con bastante detalle. Tenía su sede permanente en el monte Kailasa, del Himalaya. Su nombre significa en sánscrito "el bondadoso" o "el amable". Sin duda estas cualidades predominaban, pues además era el dios de la destrucción, mientras gozaba de buena fama como salvador.

El aspecto de Siva debió ser bastante espantoso. En la mayoría de sus representaciones aparece desnudo o cubierto de un velludo pellejo, en figura de asceta cubierto de cenizas cadavéricas, con el cabello trenzado no demasiado ordenadamente. Pero, sobre todo, se representa a Siva con cinco rostros, cuatro brazos y tres ojos.


El tercer ojo

el tercer ojo está en medio de la frente. Y no sólo sirve para ver, según los Vedas, sino también para destruir: cuando (p.158)

se fija en un enemigo, ese terrible tercer ojo dispara un rayo de fuego.

Pero eso no es todo. ¡No vayamos a olvidar su lengua azul y su paladar azul! Una vez que los dioses serpientes envenenaron el agua, Siva asistido por su esposa PARVATI filtró todo el líquido emponzoñado con su boca. Por eso se le quedaron azules la lengua y el paladar.

Se consideraba a Siva invencible, y sólo se mostraba benigno y bondadoso mientras se le rindiera pleitesía.

En cierta ocasión, los dioses acaudillados por INDRA fueron atacados por otra banda de dioses de la India antigua, llamados los ASURAS. Aunque el divino héroe Indra lanzaba contra los enemigos su Vachra, una especie de maza muy peligrosa, pronto se vio en situación apurada y tuvo que invocar la ayuda de Siva. En vista de que se le suplicaba, Siva no tuvo inconveniente en prestar su apoyo. Declaróse dispuesto a contribuir al auxilio de los dioses de Indra con la mitad de sus inmensas fuerzas. De esta manera, dijo, podrían aniquilar a los asuras (p.159)

con un solo dardo de fuego. Pero ni Indra ni sus aliados pudieron soportar, es decir acumular, siquiera la mitad de las fuerzas de Siva. Al verlo, Siva propuso a los dioses que le cedieran la mitad de la fuerza de ellos. Así lo hicieron, y Siva venció en seguida a los asuras. Pero luego no devolvió a los dioses la fuerza que le habían prestado, sino que se quedó con ella y así pasó a ser en adelante el más poderoso de los dioses.

En su arsenal Siva disponía además del PINAKA, un tridente que según se asegura lanzaba fuego. A ello se añadía una espada, un arco... y tres serpientes. Estas se enroscaban alrededor de su cuerpo y protegían los puntos vitales: la cabeza, los hombros y las caderas. Sobre todo esta última parte, evidentemente, necesitaba protección, puesto que el símbolo del dios como creador de nueva vida era el falo, llamado LINGAM, centro de la fuerza creativa.

Mientras oscilaba entre sus dos misiones, la creadora y la destructora, Siva gustaba de la danza alegre y triste, la danza del "movimiento eterno del Universo". Cuando el propio Siva interpretaba esta danza de la "verdad cósmica", aparecía rodeado de un halo de santidad, así como de sombras de los espíritus.

Todo esto era, todo esto y más podía Siva, el "dueño del Universo". Tomemos nota exacta de todos estos atributos, pero sepamos también leer un poco entre líneas.


[Siva, un cañón láser]

El Siva de Livermore, San Francisco

¿Qué es Siva?

¡El cañón láser más poderoso del mundo!

Está en Livermore, un pequeño suburbio de San Francisco. Siva costó más que su divino predecesor, a saber, treinta millones de dólares estadounidenses. El Siva de Livermore puede disparar en una mil millonésima de segundo veinte destellos láser sobre un blanco del tamaño de un grano de arena. Su potencia es de 26 millones de megawatios. A título de comparación, diremos que una central nuclear del tipo corriente genera unos mil megawatios en régimen de servicio continuo.

Lo mismo que el Siva mitológico, el Siva moderno puede ser destructor Y TAMBIÉN salvador. "Nuestro" Siva puede explosionar bombas de hidrógeno, en caso necesario ANTES de que hagan daño. "Nuestro" Siva podrá resolver pronto todos nuestros (p.160)

problemas energéticos, y de la manera más práctica: por fusión nuclear, convirtiendo el hidrógeno en helio. La meta con que sueñan todos los especialistas en técnicas energéticas es el reactor de fusión hidrógeno-helio.

¿Qué pasa en Livermore?

Los rayos láser de Siva se apuntan contra una bolita de cristal microscópicamente pequeña. En esa bolita se ha englobado una mezcla gaseiforme de deuterio y tritio, los isótopos del hidrógeno. Cuando choca con ella la energía concentrada del rayo láser, se produce un colapso de tan tremenda intensidad que genera temperaturas de millones de grados. La "gracia" del experimento es que a esas temperaturas los átomos del hidrógeno se fusionan para dar lugar al helio. Lo demás es sencillo, dicen los investigadores: como en los reactores convencionales, la energía liberada se convierte en vapor, el cual impulsa las turbinas de los generadores eléctricos.

Los "creadores" del moderno Siva son los científicos del Lawrence-Livermore-Laboratory de la universidad de California. Los investigadores están convencidos de que por este camino se podrá resolver el problema energético antes de que termine el siglo ACTUAL. Para explicarlo de una manera muy simplificada, bastarán entonces algunos litros de agua para suministrar energía a una gran ciudad. Todo es posible para el todopoderoso Siva.

La historia se repite.

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Fuentes de fotos
[1] Siva: http://www.hamaradharm.com/shiva.htm

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