de: Yosip
Ibrahim: Yo visité Ganímedes. El mundo maravilloso de
los OVNIS. Sin editor [1972]. Comprado en Nasca (Perú)
en una tienda en la plaza de Armas 2010; Internet:
http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ganimedes/ganimedes.htm,
especialmente:
http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ganimedes/ganimedes03.htm#CAPITULO_XVI
Extraterrestres del
Reino de la Luz Dorada organizaron el desvío del Nilo
<LA DESVIACIÓN DEL NILO
La formidable civilización del
antiguo Egipto no
habría existido jamás, de no mediar la intervención de
aquella super-raza extraterrestre en los destinos
de nuestra humanidad. Siempre se ha dicho que el Egipto
era un producto del Nilo.
[Primero
el Nilo desviaba al Mar Rojo]
Pero en esos remotísimos tiempos el Nilo no recorría lo
que, después, fuera poderoso imperio de los Faraones. El
extenso y caudaloso [rico de agua] río que tiene sus
fuentes en los territorios de lo que hoy son Uganda y
Etiopía, llegaba hasta más al norte de la primera
catarata, en la región en que ahora se levanta la gran
represa de Asuán. De allí se desviaba en dirección al Mar Rojo,
desembocando en él.
[Casi
todo Egipto fue desierto]
Toda la región ocupada por Egipto era
desierto, continuación del de Libia, con la sola
excepción de una estrecha zona fértil limitada por los
desiertos de Nubia y Libia, que se extendía hasta
cerca del lugar en que hoy se asienta la población de El
Qoseir en la ribera del Mar Rojo, siguiendo el curso
original del Nilo.
[Extraterrestres
preparan la civilización del Egipto con la desviación
del Nilo]
Mil quinientos años más tarde, cuando ya los pobladores de
esa región de la Tierra se habían multiplicado y formado
grandes tribus, algunas de las cuales llegaron a ponerse
en contacto con descendientes de la raza lemuriana [negra]
y de la raza atlante [roja], los Sublimes Señores del Reino de la Luz
Dorada ordenaron al pueblo que después fuera el
Reino de Munt, volver a la Tierra a preparar el asiento de
lo que, en los Planes Cósmicos, debía ser la gran
civilización egipcia. Durante un tiempo se realizaron los
estudios correspondientes, y se decidió desviar el río Nilo
antes del gran recodo [ángulo] que formaba al norte de la
primera catarata, para llevarlo a través del desierto hasta
desembocar en lo que hoy es el Mar Mediterráneo.
[Ovnis
llevaron jefes y maquinaría para desviar el Nilo -
formación para pobladores - el Nilo nuevo con un gran
Delta]
Enormes astronaves condujeron [transportaron] ingenieros,
máquinas y equipos hasta la zona escogida. Un grupo de
técnicos extraterrestres se encargaron de educar a los
atemorizados pobladores primitivos, que luego de los
primeros días de terror, los adoraron como Dioses,
y sirvieron de obreros en la obra. Al cabo de pocos años,
por los formidables medios con que contaban, se había
abierto el nuevo cauce y los cinco canales simétricos que
iban a constituir el gran Delta.
[Cauce
antiguo al Mar Rojo desaparece]
El antiguo cauce de desagüe en el Mar Rojo fue (p.143)
anulado y el tiempo se encargó de cubrirlo totalmente. Una
pequeña carga nuclear desmoronó la barrera natural que
separaba el Nilo de su nuevo curso, y el gigantesco río
corrió, desde entonces, a través de lo que, siglos más
tarde, iba a ser el gran imperio de los Faraones, y el
centro inicial de las grandes escuelas esotéricas del
futuro... Cumplida su misión, los hombres, los
equipos y las máquinas retornaron a su planeta de origen
(p.144).
Extraterrestres
del Reino de la Luz Dorada gobernando directamente en
Egipto - la nueva "civilización"
<LA FUNDACIÓN DEL IMPERIO EGIPCIO
[Preguntas
sobre el "sorpresivo desarrollo" del Egipto - los
vecinos no tienen tanto desarrollo]
Muchos han sido los problemas que durante siglos
preocuparon a los hombres de ciencia que estudiaran la
civilización egipcia. Algunos fueron resueltos a la luz de
modernos descubrimientos. Otros, quedaron sin respuesta
hasta hoy. Entre estos últimos figuraba el enigma del
sorpresivo desarrollo de ese pueblo en, relativamente,
pocos lustros [entidades de 5 años].
Sociólogos, historiadores, arqueólogos y
filósofos no atinaron [encontraron] a imaginar cuál pudo
ser la causa a la que se debía que los egipcios
representaran un fenómeno de evolución completamente
distinto a todos los demás pueblos. En todas
partes, en todas las razas y civilizaciones más remotas,
se advierte [tomarse cuenta] el proceso lento y
escalonado, sucesivo en sus diferentes gradaciones, desde
los niveles más primitivos hasta el apogeo [la cumbre] de
sus culturas respectivas, en la variada gama de matices
[variaciones] que ofrece al investigador estudioso la
marcha de cualquier grupo humano en la historia de nuestra
humanidad.
[Egipto
con "faraones" es un "caso único" - de la casa de adobe
a la gran ciudad con cultos grandes en "un par de
centurias"]
Pero con los egipcios no pasó eso. El país de los Faraones
resulta un caso
único. Hasta hace más o menos ocho mil años, en
las riberas del Nilo se encontraban tribus dispersas, con
un nivel de vida y de cultura muy pobres, como lo
demuestran los restos arqueológicos de esa época.
Poseían solo rudimentarios elementos, cerámica tosca
[cruda] y modestas construcciones de adobe sin mayores
alardes [sin decir mucho] de cultura. Pero de pronto, en sólo
el transcurso de un par de centurias, empieza a florecer
allá una sorprendente civilización. Comienza a
construirse grandes
ciudades, con edificios de piedra que cada vez
asumen formas y estructuras más notables, hasta llegar, en
poco tiempo, a la asombrosa demostración de adelanto que
ha llegado a causar el respeto y la admiración de los
hombres cultos de todos los países y de nuestros sabios
modernos.
¿Qué sucedió en Egipto entre el octavo y el séptimo
milenio [ante Cristo] de nuestra era actual?...
[El
Nilo fue desviado - y los extraterrestres se
desarrollaron]
También desde Ganímedes nos viene la respuesta. Recordemos
que ya, tres mil años antes, la super-raza extraterrestre
había preparado las bases con la desviación del Nilo. Pero
en esa época (p.144) empezaron a presentarse en el Planeta
Amarillo los primeros síntomas de su futura
desintegración, como se ha explicado al ocuparnos de la
historia del Reino de Munt. Era, precisamente, el
comienzo del reinado de aquel portentoso [expresionante]
soberano. Y, por tal razón, terminada la misión que se les
encomendara en la Tierra, se dedicaron exclusivamente a
sus propios y urgentes problemas [respectivamente
delegaron el gobierno en Egipto a sacerdotes]. Ya hemos
visto en la tercera parte lo referente a su traslado al
satélite de Júpiter y la destrucción del Planeta Amarillo.
En ese lapso de cerca de tres mil años de los nuestros,
estuvieron muy atareados [ocupados] en adaptar su nuevo
mundo a la perfecta evolución de su civilización, y no
vinieron a la Tierra.
[Y también vinieron extraterrestres en Asia y en
"América" Central y fundieron otras civilizaciones].
[Misión:
fundar la "gran civilizacion del Nilo"]
Pero una vez satisfechos con su nueva morada, recibieron
del Sol otra misión: fundar la gran civilización del Nilo.
Debemos recordar que la historia del antiguo Egipto es
perfectamente conocida, por la abundancia de documentos de
todas las épocas, en que se narra, minuciosamente, el
desenvolvimiento de ese gran pueblo.
Y se conoce al detalle el desarrollo evolutivo de tan
formidable civilización, desde los tiempos del Rey Menes,
fundador oficial de la primera dinastía, que en el año
5.004 antes de Cristo, establece la
organización política y administrativa que habría de
perdurar [tener luego] a través de las veintiséis (p.145)
dinastías que, oficialmente reconocidas como tales, rigen
[gobiernan] en el Valle del Nilo hasta ser conquistado por
Cambises, Rey de Persia [otro rey extraterrestre],
en el año 527 antes de nuestra era cristiana; cinco
dinastías más, de origen extranjero, completan la serie de
31 que termina con la dominación de Egipto por los
romanos.
[La
administración ya está antes del faraón Meses - "Dioses
bajados del cielo" delegando el gobierno a los
sacerdotes]
Pero es históricamente conocido, también, que al asumir
Menes el poder soberano del Egipto, encuentra ya un país
organizado, con una civilización floreciente y un
gobierno
teocrático ejercido por la casta sacerdotal, que
en un lapso indefinido de tiempo, había ya establecido las
bases de la
cultura, religión, economía y administración de todo el
país, que son continuadas por Menes y sus
sucesores durante más de cinco mil años.
Esa etapa anterior a la de los Faraones que comienzan con
Menes, está señalada en la tradición y escritos
antiquísimos como el tiempo en que ese pueblo fuera
gobernado por los “Dioses bajados del cielo”. No se
fija, con exactitud, cuánto duró aquella primera etapa.
Los egipcios no acostumbraban a señalar cronológicamente
los tiempos en forma correlativa [mutuamente]. Preferían
relatar los hechos correspondientes a cada período
gubernamental, refiriéndolos al personaje gobernante. Y en
esa lejana época, no existen datos concretos que permitan
identificar, todavía, a los personajes.
Por eso aquel período en que se manifiesta, claramente, un
tipo de gobierno manejado por seres divinos, que
delegan sus poderes a los sacerdotes gobernantes
pero sin descuidar su control directo, ha parecido a
muchos una etapa legendaria o mítica de la historia del
Egipto.
Pero los hechos comprueban que no hubo tal leyenda, y que
los aparentes mitos han sido la transcripción pintoresca
en la forma, pero exacta en el fondo, referente a un lapso
de más o menos mil años durante los cuales se convirtió a
las tribus dispersas entre las regiones del Bajo y Alto
Nilo, de núcleos humanos dispersos y desorganizados, en un
floreciente imperio que en los tiempos de Menes ya contaba
con importantes ciudades, en las que se levantaban
magníficos templos y majestuosos monumentos.
[La
Esfinge al lado del Nilo - construido por
extraterrestres del Reino de Munt]
Uno de éstos, posiblemente el más notable por muchos
conceptos, fue la Esfinge. Esta formidable y enigmática
figura, gigantesca mole de granito que se levanta hoy en
las arenas vecinas al Cairo, junto con las tres grandes
pirámides de Keops, Kefren y Miceríno, ha causado el
asombro [adoración] de miles de generaciones y ha
mantenido en el más estricto secreto el misterio de su
origen y el de los fines para los que fue construida.
Ahora, el “Secreto de la Esfinge”, como se mencionó por
largos siglos a tan enigmático monumento, llega a su fin
con las explicaciones que nos vienen de Ganímedes. Ellos,
los hombres del
Reino de Munt, fueron sus constructores. Mejor
dicho, los arquitectos directivos de la obra. Se ubicó
(p.146) en un lugar solitario, frente al Nilo,
como templo iniciático y sede hermética de los primeros “Hermanos de
la Esfinge”, aquella fraternidad oculta tantas
veces mencionada en este libro.
[La
sede "Hermanos de la Esfinge" con la sabiduría cósmica
forma también laicos - salen muchos sabios]
En ella se preparaba a los sacerdotes escogidos como los
más capacitados para gobernar el naciente imperio, y más
tarde, al correr de los siglos, cuando ya había
desaparecido el primitivo gobierno teocrático, siguió
siendo el lugar
de reunión y de instrucción de los miembros de esa
escuela de sabiduría cósmica.
Desde los tiempos de la tercera dinastía pudieron ingresar en
ella miembros laicos, y así tuvo el Egipto,
posteriormente, sabios portentosos ajenos por completo a
la orgullosa casta sacerdotal que, por milenios, trató
siempre de dominar a los Faraones, sucesores de Menes.
[Bajo de
la Esfinge hay un templo en la arena en la arena que
todavía no es investigado - magos de ese templo]
Hasta hoy no se ha descubierto el verdadero sentido de la
Esfinge, en gran parte debido a la inquina [rechazo] o
negligencia por remover los miles de toneladas de arena
bajo las que duerme
su sueño de siglos el templo iniciático y todas
las dependencias, muchas de ellas cámaras secretas,
utilizadas por los Hermanos de la Orden en su vida
institucional.
¿Cuántos tesoros culturales podría hallar nuestra
humanidad si se descubriera tan misteriosos recintos?...
De allí salieron hombres que marcaron hitos [puntos
importantes] en la historia de toda la Tierra.
Entre ellos, el famoso Moisés de la Biblia. Y
también, la enigmática y sapientísima personalidad
conocida en los tiempos de la cuarta dinastía con el
nombre de Imhotep, el famoso arquitecto constructor de la
Gran Pirámide, ubicada a corta distancia de la Esfinge,
que ya, por aquel entonces, era vecina a la gran capital
del Bajo Egipto, Menfis, levantada con tal fin por Menes,
en las cercanías del misterioso monumento.> (p.147)
Imhotep no tiene tumba
- fuellevado por un ovni a Ganímedes
<VISITAS DE PROFETAS AL REINO DE MUNT
No sólo Moisés tuvo el privilegio de conocer el mundo
maravilloso organizado en el satélite de Júpiter. Muchas
de las grandes figuras representativas del adelanto
cultural, moral y religioso de la humanidad (p.154)
terrestre, tuvieron esa oportunidad, en diferentes épocas
y lugares. La lista es muy larga, pues se reparte entre
todos los pueblos de la tierra. Para detallar todos y cada
uno de los casos, necesitaríamos ocupar un volumen
especial, tan extenso como este libro en su integridad.
Tal vez podamos hacerlo andando el tiempo. Más ahora,
debemos concretarnos al desarrollo del tema principal que
motiva esta obra, que en realidad, viene a ser un mensaje
extraordinario debido al momento histórico y apocalíptico
en que se encuentra nuestra humanidad.
Entre los muchos nombres que podríamos citar de esa larga
lista mencionaremos a Imhotep, Henoch y Elías, El Señor
Buda, Zoroastreo, Lao-Tsé y Confucio.
[Imhotep,
constructor de pirámides]
Imhotep, a quien nos referimos al tratar sobre la historia
de Egipto, fue el sabio constructor de la Gran Pirámide de
Keops, fue un hermano de la Esfinge y su admirable
sabiduría, demostrada por las maravillas de ese milenario
monumento, tuvo confirmación y refuerzo objetivo en varias
visitas realizadas secretamente al Reino de Munt.
Vivió más de doscientos cincuenta años y su muerte fue un
misterio, pues siendo personaje tan notable, nadie supo
hasta hoy en dónde fue sepultado. La verdad es que al
término de su misión en la Tierra lo llevaron a
Ganímedes> (p.155).