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Erich von Däniken: Regreso a las estrellas

3. "Investigación dominguera" que plantea preguntas...

[3.6. Los huecos de Cajamarquilla en la región de Lima]

Perú, Cajamarquilla en la región de
                              Lima, docenas de agujeros sin sentido
Perú, Cajamarquilla en la región de Lima, docenas de agujeros sin sentido (p.192-193)


de: Erich von Däniken: Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores; Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat (Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8

presentado por Michael Palomino (2011)


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A mi mujer ELISABETH, y a mi hija CORNELIA, con mi más profundo agradecimiento.


[3.6. Los huecos de Cajamarquilla en la región de Lima]

Perú, Cajamarquilla en la región de Lima,
                          docenas de agujeros sin sentido
Perú, Cajamarquilla en la región de Lima, docenas de agujeros sin sentido (p.192-193)
Perú, Cajamarquilla en
                      la región de Lima, vista de arriba en un agujero
Perú, Cajamarquilla en la región de Lima, vista de arriba en un agujero (p.192-193)


[El campo de ruinas de Cajamarquilla - "centenares de agujeros" - como serían para la guerra - diámetro 0,65 m, profundidad de 1,70 m]

Al este de la capital de Perú, Lima, existe un campo de ruinas en las faldas de los montes de Cajamarquilla. Las máquinas utilizadas en la construcción de carreteras destruyen a diario los testimonios del pasado humano, testimonios que hasta ahora no los ha tenido en cuenta la investigación en la medida suficiente.

Estuvimos examinando todo este páramo. Nadie tenía que llamar nuestra atención sobre las curiosidades que se encontraban allí; simplemente nos tropezábamos con ellas. En los caminos hay centenares de agujeros en los que cabe un hombre, similares a los ya conocidos a través de las revista ilustradas y los documentales de la Televisión, que nos muestran los agujeros en que se protegen los guerrilleros del Vietcong. No nos atrevemos a afirmar que los agujeros de Cajamarquilla sirvieran antiguamente para que se ocultaran en ellos los habitantes de la zona, a fin de protegerse contra ataques aéreos. Y no podemos afirmarlo así porque sabemos que antes del siglo XX no pudo haber ataques procedentes del aire.

Los "agujeros de hombre" en Cajamarquilla tienen, por término medio, un diámetro de 0,65 m y una profundidad de 1,70 m. En un solo camino conté 209 (!). Estos agujeros han de haber tenido un importante propósito práctico, pues, de lo contrario, ¿para qué tanto trabajo? ¿Qué pueden significar los centenares de agujeros de esta clase?

[¿Silos para grano? - no].

Se dice que sirvieron como silos para conservar el grano (p.78).

Teniendo en cuenta que se acoplan perfectamente a las medidas del cuerpo humano, no creo que tal explicación sea lo bastante convincente. Como es natural, en ellos se pudo guardar el grano. Pero, ¿acaso no germinaría éste o se pudriría como consecuencia de la humedad del suelo o del calor húmedo que reina en el interior de dichos agujeros? Y, ¿cómo se iba a poder sacar después el grano de aquellos estrechos "silos"?

Ante [respecto a] la falta de grano, rellenamos con arena uno de aquellos agujeros. Después, con ayuda de manos y palas, intentamos volver a sacar la arena del agujero. El primer tercio no nos costó demasiado trabajo. Sin embargo, a partir de la mitad del agujero, nuestros esfuerzos se convirtieron en una labor [trabajo a mano] agotadora [muy larga]. El último tercio fue una verdadera tortura: con la cabeza colgando hacia abajo, nos inclinábamos cuanto podíamos al interior del agujero, cogíamos un puñado de arena, nos incorporábamos y lo dejábamos en la superficie. Pero, al fin, llegamos a una profundidad en la que ya no podíamos bajar más la mano y en que la arena se deslizaba [bajó] entre los dedos. Hacía ya un buen rato que habíamos abandonado las palas, porque la estrechez de la sombra no nos permitía vislumbrar [tener la idea] el interior del agujero. Finalmente, atamos cuerdas a unos pequeños cuencos [vasijas] y los dejamos caer. Al tratar de llenarlos con las palas, se derramaba más de la mitad de su contenido. Estuvimos ocupados en esto un buen lapso de tiempo. Tras haber empleado muchos recursos y trabajo casi todo un día, habíamos vaciado un "silo", a excepción de un resto de 15 a 20 cm, resto que quizá siga aún allí.

Desde entonces, cuando alguien me dice que aquellos "agujeros de hombre" serían "silos de grano", acude a mi mente la pregunta de por qué las antiguas familias de Cajamarquilla tendrían que haber realizado esfuerzos tan increíbles para recuperar el grano de sus estrechos agujeros (p.79).

Por otra parte, podemos preguntarnos: ¿Por qué no construyeron un gran silo familiar?

Como quiera que Cajamarquilla debió de haber sido una comunidad muy bien organizada, no cabe duda [seguramente] de que a sus habitantes, en el caso que nos ocupa, se les habría ocurrido la idea de construir un silo común, mucho más grande y práctico.

Tras haber investigado personalmente las condiciones existentes, esta explicación no me parece, de ningún modo, "segura". Sin embargo, se dice que "hubieron" de ser silos... (p.80)


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