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Erich von Däniken: Regreso a las estrellas

5. La esfera: el huevo es la forma ideal del vehículo cósmico - [vehículos antiguos - vida por extraterrestres - dibujos de piedras - huevos gigantes en Costa Rica]

México, nave espacial con forma de una
                          esfera
México, nave espacial con forma de una esfera (p.107)
Costa Rica, una
                          bola como esfera de piedra de 2,16 metros de
                          altura
Costa Rica, una bola como esfera de piedra de 2,16 metros de altura (p.192-193)

de: Erich von Däniken: Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores; Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat (Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8

presentado por Michael Palomino (2011)


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ver también:
http://www.sodahead.com/united-states/why-do-so-many-religious-paintings-and-carvings-portray-spaceships-and-aliens/question-290028/

http://socyberty.com/paranormal/best-evidence-for-the-ancient-astronaut-or-ancient-alien-theory/


5. La esfera: el huevo es la forma ideal del vehículo cósmico

¿Tenían forma de esfera los primeros vehículos espaciales? - Lo que cuenta Te-Jho-a-te-Pange. - Lo que informa el Popol Vush sobre la aparición de la Humanidad. - Huevos relucientes caen del cielo. - La esfera de Tassili. - Esferas en la jungla. - Misterio megalítico indescifrable.


[5.1. Vehículos espaciales de los tiempos antiguos]

México, nave espacial con forma de una
                          esfera
agrandar México, nave espacial con forma de una esfera (p.107)

Däniken indica:

<Figura estilizada, de una nave espacial en forma de esfera, representada sobre un instrumento ceremonial (México, Museo Antropológico Nacional).> (p.107)

Dibujo de un avión
<Pormenor del dibujo de un "avión"> (p.119)

[Especulaciones sobre naves espaciales]

Todos los tipos de cápsulas de que disponemos actualmente tienen forma de punta de "lápiz" o de cono. ¿Es que han de ser así? ¿Es que no se demuestra una y otra vez que en el espacio sin aire la forma de cono no es necesaria ni ideal? Cuando la cápsula espacial - que, contrariamente al cohete de fases, tiene forma de cono - vuela cerca de la Luna, ha de girar varias veces sobre su propio eje transversal. ¿Cuán laborioso y peligroso es esto! Por los informes de vuelos espaciales, sabemos que todo cambio de dirección exige una complicada maniobra: el computador de a bordo tiene que informar, en milésimas de segundo, hasta las más pequeñas variaciones del curso, y, con la misma rapidez, se han de poner en funcionamiento los mandos para efectuar la corrección. Un solo error de dirección, por muy pequeño que fuera, podría tener fatales consecuencias. Se dispone sólo de una limitada cantidad de combustible, y si éste se acabara demasiado pronto (p.99),

los mandos no podrían corregir el curso y ya no sería posible la reentrada de la cápsula espacial en la pesada atmósfera terrestre; pasaría de largo, se pondría al rojo vivo y marcharía, sin rumbo, hacia el infinito.

NO cabe duda de que, hasta ahora, las cápsulas espaciales se han mostrado técnicamente eficaces. Por otra parte, con los actuales mecanismos de impulsión, que aún siguen siendo relativamente débiles, sólo los objetos volantes en forma de punta pueden atravesar el grueso "muro" de la atmósfera terrestre, ya que ofrecen a ésta muy poca superficie de fricción. Sin embargo, las "agujas" no son ideales para el vuelo interestelar.

Sólo si se consigue obtener una mayor fuerza impulsora, se podrán construir nuevos tipos de naves espaciales. Sea como fuere, no se halla tan lejos el día en que la técnica puede disponer de energía impulsora que hoy no podemos ni imaginar. La técnica podría llegar incluso a unos simples mecanismos de impulsión a base de fotones, que alcanzarían una velocidad muy cercana a la de la luz y cuya autonomía sería prácticamente ilimitada.

Entonces no se necesitarían las naves actuales para los vuelos espaciales, naves que, como sabemos, han de llevar mucho peso adicional, ya que, por cada kilo de carga necesitan 5.180 kilos adicionales de combustible. En lo futuro, las naves espaciales tendrán una forma completamente distinta.


[Las formas de las naves y de los ovnis que han aterrizado en la Tierra]

Apoyándome en los textos antiguos y en los hallazgos arqueológicos diseminados por todo el Globo, he llegado al convencimiento de que las primeras naves espaciales que, sin duda, llegaron a la Tierra hace muchos miles de años, tendrían forma de esfera, y estoy seguro de que las naves espaciales del futuro volverán a tener dicha forma. Desde luego, yo no soy ningún constructor de cohetes, pero hay un par de ideas sobre las que podríamos reflexionar todos (p.100)

y que parecen ser muy convincentes: una esfera no tiene "delante" ni "atrás", "arriba" ni "abajo", "izquierda" ni "derecha". En cualquier posición o dirección, ofrece siempre la misma superficie de avance. Para el Cosmos, en que tampoco hay "arriba" ni "abajo", "delante" ni "atrás", la esfera constituye precisamente la forma ideal.

Examinemos una esfera espacial, aun cuando hasta ahora sea una utopía. Y no seamos mezquinos al hacerlo. Pensemos en una esfera de 5009 m de diámetro, posada en tierra y apoyada sobre unos soportes en forma de patas de araña que pueden ser izados [puestos]. El interior, como nuestros gigantes transoceánicos, está dividido en compartimientos de varios tamaños. En torno al vientre de la enorme esfera, o sea, alrededor de su "ecuador", se extiende un anillo en el que hay 20 o más mecanismos de impulsión, todos los cuales pueden girar 180 grados. Cuando la cuenta ha llegado a cero, estos mecanismos irradian haces de ondas luminosas, de enorme intensidad. En el caso de que la esfera cósmica se tuviera que elevar de la superficie del Planeta o de una base de estacionamiento situada en órbita en torno al Planeta, los mecanismos de impulsión dirigirían sus chorros de luz "hacia abajo", o sea, hacia el punto de despegue. De este modo, la esfera adquiriría un tremendo impulso. Si la nave atraviesa una zona libre de la fuerza de la gravedad y se mueve rumbo a una determinada estrella, los mecanismos impulsores situados en torno al ecuador de la esfera se encenderán sólo de una manera intermitente, para corregir el curso de la nave. De esta forma no se corre el riesgo de que la esfera se desvíe de su curso, con el consiguiente peligro para la vida de sus tripulantes, ya que se puede adaptar perfectamente a cualquier nueva situación.

Además, tiene una característica extraordinariamente agradable para los astronautas: la esfera desarrolla una rotación propia. Con esto se consigue una gravitación artificial, y ello atenúa (p.102)

hasta tal punto el estado de ingravidez, que en el interior de la nave reinan una condiciones casi terrestres. Aunque viaje hasta las estrellas, el hombre seguirá estando sometido a las leyes imperantes en la Tierra.

Es importante comprender que en una de estas esferas espaciales se podrá hacer cualquier corrección de curso, y en cualquier dirección, sin peligro alguno. Los mecanismos de impulsión montados en la zona de acero situada en torno a la esfera, permitirán efectuar todo movimiento y en todos los sentidos. Los jugadores de billar se podrán formar una idea de esto con mayor facilidad: si se quiere impulsar la bola hacia la derecha, se le da un pequeño toque en la parte izquierda. Esto se puede conseguir en la esfera espacial comunicándole un ligero efecto gracias a un mecanismo de dirección montado en la parte izquierda.

[El tiempo durante el vuelo espacial]

Hay indicaciones claras sobre sistemas planetarias

Asiria, sello de rollo con un dios con
                      estrellas y planetas
Asiria, sello de rollo con un dios con estrellas y planetas (p.116)

Däniken indica:

<Pormenor del dibujo de un sello asirio de rollo. Al fondo de la figura, coronada por una estrella, se puede reconocer la representación de un sistema planetario.> (p.116)

Australia, madera cultural con planetas
Australia, madera cultural con planetas (p.117)

Däniken indica:

<Madera cultural de Australia central (llamada Tjurunga), que se conserva en el Museo Nacional Victoria, Melbourne. ¿Es la reproducción de una imagen universal prehistórica? ¿O la representación esquemática de un sistema planetario?>

Las naves espaciales en forma de esfera, como las que quizás atraviesen nuestra galaxia desde hace miles de años, son diminutas partículas en la inmensidad del Universo. Sin embargo, los astronautas "sentirán" el tiempo del viaje como si fuera un lento y suave avance, pese a que la esfera cruzará el espacio a una velocidad muy cercana a la de la luz. El tiempo parecerá haberse detenido en el interior de la nave espacial.

Pero, ¿qué ocurre durante este "tiempo sin tiempo" en el interior de la esfera cósmica? Pues que todo se desarrolla de una manera normal, e incluso monótona. Los autómatas de cuidan del servicio de seguridad; los computadores vigilan el curso de la nave; los astronautas se dedican a tareas de investigación en los laboratorios científicos de la nave, pensando en proyectos nuevos y más osados, observando las estrellas y discutiendo sobre el aprovechamiento de los planetas extraños. Mientras la esfera deja atrás millones de kilómetros por minuto, la tripulación ve transcurrir el tiempo, observa cómo los días se convierten en semanas; las semanas, en meses, y (p.102)

los meses, en años. Y, mientras tanto, en los sarcófagos, sometidos a bajísimas temperaturas, una tripulación de repuesto esperando que llegue el momento de su resurrección biológica, una vez la nave espacial se encuentre cerca de su objetivo.

Pero, mientras tanto, desaparecerán culturas enteras en numerosos planetas, morirán muchas generaciones y nacerán otras tantas, ya que, sobre nuestro planeta y sobre todas las demás estrellas, el tiempo seguirá transcurriendo según las leyes "terrestres" (p.103).


[5.2. Extraterrestres ordenaban el espacio y la vida en la Tierra - textos y tradiciones]


Sahara, Tell Issaghen Il, pintura rupestre
                      con figuras en el aire
Sahara, Tell Issaghen Il, pintura rupestre con figuras en el aire (p.93)

Däniken:

<Los arqueólogos tampoco se ponen de acuerdo sobre lo que pretende expresar esta pintura rupestre de Tell Issaghen Il, en el Sáhara, en la que algunos pretenden ver la representación del transporte de una momia. Las dos figuras que vemos a la derecha y arriba parecen moverse libremente en el espacio.> (p.93)




[Hablar de naves espaciales no solo es fantasía de ciencia-ficción]

No quiero que se desborde mi fantasía en esta escapada hacia el reino de lo fantástico. Las naves espaciales del futuro ya han sido ampliamente descritas por los autores de ciencia-ficción. Mi "descripción de la esfera" sólo tenía por objeto preparar la fantasía para recibir una idea muy seria. ¿Qué ocurrirá cuando observemos desde esta "esfera espacial" los primeros fragmentos de la "transmisión humana"?

["Génesis" habla de un "Fiat" iniciando la vida - fue una nave que "hizo la luz"]

En la escuela nos enseñaron que, al principio, sólo había Cielo y Tierra, y que ésta se hallaba desolada y vacía; que fuera, en el infinito, se encendió una luz, desde la cual llegó el "Fiat" cuyo orden puso en marcha la vida.

Siguiendo, a través de las ideas modernas, este informe del "Génesis", todo es completamente lógico. Durante el largo viaje cósmico a través del Universo no hubo, desde luego, ninguna luz, todo era tinieblas. Sólo después del aterrizaje del vehículo cósmico sobre el planeta "se hizo la luz", y entonces, los seres desconocidos vivieron el día y la noche y, en el punto elegido, y tras una orden, empezaron a aparecer la vida y la inteligencia.

[Leyendas de Polinesia hablan de la Creación - expediciones del museo de Honolulú en 1930]

En casi todas las leyendas conocidas sobre la Creación, se repite la verdad primitiva de que la vida vino de la luz. Mucho tiempo antes de que los blancos desembarcaran por primera (p.103)

vez en las islas de la Polinesia, existía allí una abundante tradición oral. Un escogido círculo de sacerdotes vigilaba cuidadosamente para que no se cambiara ni una sola palabra de los antiguos conocimientos filosóficos y astronómicos. Sin embargo, la civilización occidental desterró [eliminó] esta copiosa [rica de palabras] sabiduría, que había estado hasta entonces a disposición de los nativos. El Museo Diocesano de Honolulú, que cuenta con la mayor colección del mundo, relativa a Polinesia, de objetos, elementos folclóricos, etc., envió, en 1930, dos expediciones hacia el mundo insular. Se pretendía asegurar cualquier genealogía, canción, etc., que hubieran podido pasar inadvertidos [tratado con negligencia] a las investigaciones de los colonizadores occidentales.

[Anotaciones de Danielsson y de Heyerdahl - tradición de creación en la isla de Raronia en Tuamotu]

Años después, el científico Bengt Danielsson, que, junto con Thor Heyerdahl, había atravesado el Pacífico en la balsa "Kon-Tiki", visitó con su esposa algunas islas del Sur y registró las tradiciones que aún permanecían vivas en la mente de los nativos.

En la pequeña isla de Raronia, del grupo de las Tuamotu, en el océano Pacífico, a 450 millas al noroeste de Tahití, Danielsson se encontró con un antiguo "sabio" que se llamaba Te-Jho-a-te-Pange. Danielsson informa que este sacerdote describió la historia de su pueblo como si fuera un disco de gramófono. Dicha historia es desconcertante:

<Al principio había sólo espacio vacío; ni oscuridad ni claridad ni tierra ni mar; ni sol ni cielo. Todo era un enorme y silencioso vacío. Pasaron tiempos desconocidos...>

¿Podía ser más acertado el informe? ¿Es que un "primitivo" con taparrabo [tela de caderas], que se alimenta de cocos y peces y que no tiene ninguna clase de conocimientos científicos, puede explicarnos cómo era el Universo primordial [original]? Pero dejamos que Te-Jho-a-te-Pange siga hablando (p.104):

<... Entonces, el vacío empezó a moverse y se transformó en Po. Aún estaba todo oscuro, profundamente oscuro, y entonces Po comenzó a girar...>

¿Se alcanzó entonces el sistema solar, se llegó a la órbita de los planetas ("el vacío empezó a moverse")? Todavía reinaba la oscuridad. Una esfera llamada aquí Po, se hace reconocible. La esfera empieza a girar.

<... Nuevas y extrañas fuerzas se pusieron a trabajar. La noche se transformó...>

Una descripción muy oportuna. Ahora actúa la fuerza de atracción de los planetas ("... nuevas y extrañas fuerzas..."). Se baja a la atmósfera. Se hace de día.

<... y la nueva materia fue como arena; ésta se convirtió en tierra sólida, que creció hacia arriba. Finalmente, se hizo visible "Papa", la madre de la Tierra, y se extendió y se convirtió en un gran territorio...>

así, pues, ya se estaba sobre tierra sólida, que seguía ampliándose. Sin embargo, antes de llegar a la superficie de la Tierra, que "crecía hacia arriba" - esta impresión es la que se tiene cuando se desciende sobre la tierra a cierta velocidad -, se hubo de atravesar una materia que era "como arena". ¿Se quiere dar a entender con ello la capa atmosférica, que desarrollaba su poderosa fuerza de rozamiento sobre la envoltura exterior de la nave espacial?

Te-Jho-a-te-Pange sigue diciendo (p.105):

<... En el agua había plantas, animales y peces, que se multiplicaban. Lo único que faltaba era el hombre (p.105). entonces, Tangaloa creó a "Tiki", que se convirtió en nuestro antepasado...> (p.106)

[Tradición de creación del "Popol Vuh" de los indígenas Quiché en Guatemala de hoy]

El "Popol Vuh" transmite también otro informe de este tipo. Este libro, que "es uno de los escritos más grandes de Oriente" (Cordan) y que tiene todo el carácter de un libro secreto, fue el libro santo de los indios quiché, de la gran familia de los mayas instalados en torno al lago Atiltlán,en el actual Estado centroamericano de Guatemala.

Según un amplio y rico mito de la Creación, los hombres proceden de esta Tierra sólo en una parte, que fueron creados por los "dioses", o sea, "los primeros seres dotados de razón"; que estos dioses destruyeron a todos los especímenes malogrados de su creación y, que tras haber realizado su trabajo en la Tierra se elevaron de nuevo en el espacio para dirigirse hacia donde está el "corazón del cielo", o sea, hacia Dabavil, que, para los indios quiché, significa "El que está en la oscuridad".

¿Acaso fue por esto por lo que a los indios quiché se les quedó grabada el imagen de los "dioses" que vivían en una esfera de piedra y que podían salir de ésta? ¿Tiene aquí sus raíces el juego de pelota de esta tribu, sobre el que también informa el "Popol Vuh"? ¿No verían en el juego de pelota como un rito magicocósmico, como un símbolo del vuelo de los astros?

[Tradición de creación de los indígenas de Chibcha en Colombia de hoy - viene una "casa de algo" (= nave)]

Entre la serie de historias sobre la Creación que confirman mi tesis, existe otro mito, el de los chibcha (que significa hombres), realmente interesante. La patria histórica de este pueblo, descubierto por los españoles en 1538, es la altiplanicie montañosa de Colombia oriental.

El cronista español Pedro Simón anotó los mitos de los chibchas en su libro "Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales" (p.106):

<Era noche. Aún no existía nada del mundo. La luz estaba encerrada en una gran "casa de algo", y salió de ella. Esta "casa de algo" era "Chiminigagua", y tenía la luz en ella para que pudiera salir. Al resplandor de la luz, las cosas empezaron a ser...>

Compruebo que los traductores y los especialistas en la interpretación de mitos no acaban de dar con una explicación clara para la frase "casa de algo". Sin embargo, ha sido una verdadera suerte que este concepto, tan difícil de entender, lo dejaran como estaba y no intentaran siquiera sustituirlo por un sinónimo cargado de fantasía. Si hubiera ocurrido esto, quizá no se podría explicar correctamente ya la amplitud de esta transmisión, ni captar toda su importancia. Hoy podemos medir esta "casa de algo" con nuestros conocimientos actuales. Como los chibchas nunca habían visto antes una nave espacial, no sabían, desde luego, cómo debían llamar aquella "casa de algo". Así, pues la describieron con las palabras que les parecieron más adecuadas: allí había aterrizado algo parecido a una casa, y de ella salían los "dioses".

[Tradición de creación de los Incas: dios Viracocha en Tiahuanaco - la "puerta del sol" con inscripciones indescifrables - leyenda del huevo de oro aterrizando]

Las transmisiones de los incas del Perú indican que, antes  (p.107)

de que fuera creado el mundo, había existido un hombre llamado "Uiracocha" (o sea, Viracocha, que sería luego el dios Quetzalcóatl), cuyo nombre completo, Uiracocha Tachayachachic, significa "creador de las cosas del mundo". Al principio, este dios había sido hombre y mujer al mismo tiempo. Se instaló en Tïahuanaco, donde creó una raza de gigantes.

¿Acaso el monolito de Tiahuanaco, hasta ahora indescifrable en cuanto a su sentido e importancia, con su maravillosa Puerta del Sol, tiene una relación directa con la historia de la creación transmitida hasta nosotros? ¿Se interpreta demasiado caprichosamente la leyenda del huevo de oro - que llegaría desde el Cosmos y cuyos ocupantes iniciaron su trabajo con la creación del hombre - cuando es valorada como realidad, o sea, como informe auténtico sobre una nave espacial procedente de estrellas lejanas?

Este huevo de oro, o luminoso, que cayó del cielo, figura como un motivo constante en las historias transmitidas hasta nosotros y que explican la aparición de la Humanidad.

[Tradición de creación en la isla de Pascua - el huevo es el símbolo de un dios]

En la isla de Pascua, los dioses son adorados como "señores del espacio". Entre ellos, Makemake es el dios de los "habitantes del aire". ¡Y su símbolo es el huevo!

[Tradición de creación en Tibet: el libro "Kandschur" - y el comentario "Tandschur"]

En el Tibet hay dos libros raros: el "Kandschur" y el "Tandschur". Y son raros porque sólo el "Kandschur" comprende 108 infolios que, divididos en nueve grandes partes, incluyen un total de 1.083 libros. "Kandschur" significa "la voz de Buda interpretada"; es una compilación de los textos sagrados del lamaísmo. El "Kandschur" tiene una importancia similar a la del Corán para el Islam.

El otro libro, "Tandschur", significa "la doctrina traducida"; es un comentario del "Kandschur", y está compuesto por 225 tomos. Estos libros ocupan tanto espacio, que están guardados en los sótanos de varias aldeas, ocultas en los montañosos valles del Tibet. Las estrofas escritas están talladas en bloques de madera de 1 m de anchura, por 10 a (p.108)

20 cm de espesor y 15 cm de altura. Como quiera que en una página de pergamino de estos infolios se imprimen generalmente ocho bloques, se comprende que el "manuscrito original" ocupe tanto lugar. Sólo se ha traducido una centésima parte de estos textos, cuya fecha de aparición no se conoce con exactitud. En estas dos misteriosas obras se habla una y otra vez de "perlas en el cielo" y de esferas transparentes en las que vivían los dioses, que se mostraban a los humanos a grandes intervalos de tiempo. Si se llevara a cabo una investigación coordinada y consciente del "Kandschur" y del "Tandschur", tal vez nos enteraríamos de muchas cosas sobre los "dioses" y de las actividades que desarrollaron en la Tierra...

[Canto de la creación "Rigveda" de India]

En la zona india, el "Rigveda" es considerado como el libro más antiguo. El "Canto de la Creación", sobre el que informa, nos traslada de nuevo al estado de ingravidez y de silencio absoluto que reina en el Cosmos. Cito lo siguiente del libro de Paul Frischauer. Está escrito:

<Entonces no era ni no ser, ni ser. No había nada por encima de la atmósfera ni del cielo. ¿Qué se extendía de un lado a otro? ¿Dónde? ¿Para salvaguardia de quién? ¿Qué era lo impenetrable...? Entonces no había muerte ni inmortalidad. No había más que un indicio de día y noche. Se respiraba según la propia ley, sin viento de ese "Uno". No existía nada más que esto.

Al principio, la oscuridad, estaba oculta en la oscuridad... El poder de la vida, que estaba rodeado de la doctrina, el "Uno", nació por el poder de su cálido impulso...

¿Había, pues, un "arriba" y un "abajo..."? ¿Quién lo sabe con seguridad, quién puede afirmar de dónde proceden, de dónde llegó esta creación?> (p.109)

Se ha de tomar buena nota de que "el poder de la vida estaba rodeado de la doctrina". Como personas del siglo XX, no podemos por menos de ver, en este "Canto de la Creación", el relato [reporte] de un viaje espacial.

[Siempre cuentan la misma cosa: la creación del espacio y de la Tierra en un momento]

Ahora bien, ¿puede haber algún motivo convincente que explique todas las historias relativas a la Creación que surgieron, ya en la más remota Antigüedad y en todas las partes del mundo, y cuyo "núcleo" es el mismo, sin que haya pruebas de que se "copiaran" unos a otros?

[La tradición de creación de China con el Tao-te-king]

las antiguas riquezas literarias chinas nos ofrecen, en el libro "Tao-te-king", una de las definiciones más clarividentes sobre el origen del Cosmos, la vida y la Tierra:

<El sentido que se puede vislumbrar [ver un poco]
no es el sentido eterno.
El nombre que se puede nombrar
no es el nombre eterno.
Al otro lado de lo que se puede nombrar se encuentra el principio del mundo.
A este lado de lo que se puede nombrar está el nacimiento de los seres.>

En esta definición, el "principio del mundo" también se halla [se encuentra] lejos de nuestras esferas; "a esta parte de lo que se puede nombrar" se encuentra sólo "el nacimiento de los seres".

[Textos de la creación en las tumbas de Egipto con el dios Ptah]

Los sacerdotes egipcios depositaban textos en las tumbas de los muertos momificados, que contenían instrucciones para el futuro comportamiento en el más allá. Estos "libros de los muertos" eran muy minuciosos y encerraban consejos para todas las situaciones imaginables. Su propósito era el de conseguir la reunificación con el dios Ptah. Una de las oraciones más antiguas existentes en el "Libro de los Muertos" egipcio, dice (p.110):

<¡Oh, huevo del mundo, escúchame!
¡Soy Horus, de millones de años!
Soy señor y dueño del trono.
Surgido [venido] del infortunio [accidente], atravieso los tiempos y los espacios sin fin.> (p.111)


[5.3. Dibujos de piedras con los dioses]

Uzbekistán, pintura rupestre de un
              dios con antenas
Uzbekistán, pintura rupestre de un dios con antenas (p.112)

Däniken: <Esta pintura rupestre se encuentra a 40 km. al sur de Ferghana (Uzbekistán, URSS).> (p.112)

Cada vez que puedo ilustrar y documentar las interpretaciones de textos con representaciones de imágenes o, lo que es mejor, con grabados en las piedras, siento una extraordinaria sensación de bienestar. Los círculos, las esferas y las pelotas se encuentran en grandes cantidades.

[Dibujos rupestres de Tassili con astronautas]

En las montañas de Tassili, en el Sáhara argelino, se pueden ver, entre los cientos de pinturas rupestres que se encuentran allí, figuras con peregrinas [migrantes creyentes] indumentarias [en ropa tradicional]. Están tocadas con cascos redondos y antenas, y parecen moverse en (p.111)

el espacio sin sentir la fuerza de la gravedad. Hemos de citar, sobre todo, la esfera de Tassili, descubierta por el francés Henri Lhote bajo una roca semirredonda. En un grupo de (p.112)

parejas "flotantes", en el que una mujer arrastra a un hombre, se puede ver claramente una esfera con cuatro círculos concéntricos. En el borde superior de dicha esfera se abre un hueco, del que sale una antena, muy semajante a las de la televisión. A partir de la mitad derecha de la esfera se extienden dos manos, con dedos abiertos, que se van esfumando a lo lejos. Cinco figuras "flotantes", junto a la esfera, están cubiertas con yelmos [cascos], que se ajustan perfectamente, de color blanco con puntos rojos, o rojos con puntitos blancos. Resulta un colorido abigarrado [con muchos colores]. ¿Cascos de astronautas?

Si hoy dijéramos a un niño que, con un puñado de lápices de colores, dibujara, a su manera, un viaje a la Luna, quizá (p.113)

saldría algo muy parecido a las pinturas rupestres de Tassili. Los "salvajes" que pintaron en las paredes de las rocas los "recuerdos" que conservaban de la visita de los "dioses", tenían un "estado" de inteligencia similar al de un niño actual.

[Más dibujos rupestres con astronautas]

La esfera de Tassili no fue la única prueba que rodó sobre mi mesa de despacho [escritorio]. El que vaya alguna vez a cualquiera de3 los lugares que cito a continuación, tendrá la oportunidad de fotografiar todas las esferas y círculos que encuentre - y que son muchos -, para reflexionar luego acerca de su procedencia. Como es natural, esta lista es sólo una pequeña selección (p.114):

Kivik
Suecia, a unos 80 km al sur de Simrishamn. En la famosa tumba rupestre - que cualquier guía turístico explicará con detalle - se encuentran círculos de distintas estructuras como símbolos de los dioses.

Tanum
Suecia, al norte de Göteborg [Gotemburgo]. Hay varias esferas de extraordinario colorido y círculos rodeados de rayos.

Val Carmonica
Italia, cerca de Brescia. Hay unas 20.000 pinturas prehistóricas, entre ellas, numerosos círculos rodeados de rayos, y "dioses" con yelmos [cascos].


Val
                          Carmonica en Italia, dibujo rupestre de
                          astronautas en el espacio
Val Carmonica en Italia, dibujo rupestre de astronautas en el espacio (p.111)

Däniken:

<Viajeros espaciales representados en un dibujo rupestre de Val Carmonica (Italia).> (p.111)
Italia, Val Carmonica, dios con antenas
Italia, Val Carmonica, dios con antenas (p.142)

Däniken:

<Figura de dios en Val Carmonica (Italia). Los adornos de la cabeza recuerdan antenas. ¿Se tratará de un cosmonauta?> (p.142)




Fuencaliente
España, 70 km al nordeste de Córdoba. Hay muchos círculos y esferas, con aureola de rayos y sin ella.

Santa Bárbara
Estados Unidos, 80 km al noroeste de Los Ángeles. Hay aquí círculos con rayos, los círculos se mezclan particularmente entre sí.

Santa Barbara en
                        California, pintura rupestre con esferas
Santa Barbara en California, pintura rupestre con esferas (p.113)

Däniken indica:

<Impresionante pintura rupestre en Santa Bárbara, California. Nótense las diversas figuras en forma de esfera. Hasta ahora nadie ha podido encontrar una explicación plausible para la misma.> (p.113)



Inyo County
Estados Unidos, California Oriental, en China Lake. Puede verse figuras de anillos, estrellas, esferas y "dioses" con rayos multicolores.

Inyo County en
                      California, dibujo de un dios con antenas
Inyo County en California, dibujo de un dios con antenas (p.114)
Inyo County en
                      California, diseño
Inyo County en California, diseño (p.114)
Däniken:

<Según la opinión de los arqueólogos, esos dibujos rupestres de Inyo County, en California, son figuras de dioses. ¿A quién convence esta explicación? Por lo menos, la de la izquierda tiene más aspecto técnico que divino.> (p.114)

Al parecer, los símbolos representados por los círculos y las esferas se encuentran estratégicamente distribuidos en muchos lugares del mundo.

Resumiendo: Todas las esferas y círculos, ya se trate de mitos de la Creación, de dibujos prehistóricos o de posteriores relieves o imágenes, representa a "Dios" o a la "divinidad". En general, los rayos que suelen circuirlos están dirigidos hacia la tierra. Creo que esta observación, hecha de pasada, debería hacernos reflexionar...

Estoy convencido de que las esferas y los huevos dorados, cuyas pinturas han llegado hasta nosotros, no tienen sólo una (p.115)

importancia religiososimbólica. Hemos de contemplar también estos dibujos desde otros puntos de vista. Los esquemas mentales que venimos utilizando hasta ahora pueden ser erróneos ya desde su misma base. Durante mucho tiempo hemos carecido de las premisas para comprender por completo la herencia de los "dioses" en los testimonios y documentos de nuestros antepasados. Pero en la actualidad, cuando el hombre ya ha puesto el pie en la Luna [eso solo fue en un estudio], nonos deberíamos limitar (p.116)

a explicaciones que fueron ideadas hace siglos, cuando las concepciones estaban aún fijamente ensambladas y el hombre se consideraba el "rey de la Creación".

[Dibujos rupestres de Carschenna del Thusis en Suiza]

Para dar un epílogo humorístico a estas observaciones, citaré el siguiente hecho: A unos 30 km. escasos de mi residencia, en Carschenna del Thusis, comunidad de Sils (cantón de Graubünden), se descubrieron restos prehistóricos en un radio de 400 metros. Salieron a la luz paredes rocosas con inscripciones, placas con varias esferas, espirales y círculos con rayos... ¿Por qué he de viajar por todo el mundo cuando las pruebas que confirman mi teoría las tengo prácticamente ante la puerta de mi casa? (p.117)


[5.4. Huevos de piedra gigantes - detalles de Costa Rica]

Costa Rica, una bola como esfera de
              piedra de 2,16 metros de altura
Costa Rica, una bola como esfera de piedra de 2,16 metros de altura (p.192-193)

Las esferas circundadas de rayos, los huevos y las esferas (p.117)

volantes se encuentran no sólo en las paredes de las rocas y de las cuevas, sino también en antiguos relieves de piedra o sellos de rollo. Esculpidas en piedra dura, se hallaban en los más diversos lugares del mundo, en general esparcidas [distribuidas] por zonas no cultivadas. En los Estados Unidos, por ejemplo, hay esferas en Tennessee, Arizona, California y Ohio.

[Un huevo gigante de piedra en la cuenca del Amazonas - Marcel Homet 1940]

El profesor Marcel Homet, arqueólogo y autor del famoso libro "Hijos del Sol", descubrió en 1940, en el curso superior del río Branco, zona norte del Amazonas (Brasil), un enorme huevo de piedra, de cien metros de longitud y treinta de altura. Sobre esta enorme piedra, llamada por él "Piedra Pintada", Homet descubrió numerosas inscripciones, cruces y símbolos del Sol, en una superficie de unos 600 m2. En una conversación que mantuvimos, el arqueólogo me aseguró que no existía la menor duda de que aquel grandioso ejemplar no era ningún capricho de la Naturaleza, sino que más bien sería el trabajo de labra realizado por innumerables manos durante decenios.

[Miles de piedras en forma de bolas en Costa Rica]

Sin embargo, la verdadera sensación arqueológica en cuanto a esferas aguarda aún su explicación en el pequeño Estado centroamericano de Costa Rica. Allí, en medio de la jungla sobre las alturas montañas, en el delta de los ríos y sobre las colinas, se encuentran por doquier [en cualquier lado] centenares e incluso miles de bolas artificiales de piedra. Sus diámetros oscilan entre algunos centímetros y 2,5 m. La esfera más pesada que se ha desenterrado hasta ahora pesa 16 toneladas.

Al oír hablar de este fenómeno, me trasladé a Costa Rica para pasar allí diez días. Costa Rica es un típico país en vías de desarrollo, que hasta ahora ha sido respetado por la gran corriente turística. La información "de visu" que pretendía conseguir fue todo menos un viaje de placer. Pero mis fatigas (p.118)

quedaron ampliamente recompensadas por lo que llegue a ver. Vi ya las primeras esferas en el llano [llanura], esparcidas por el suelo sin orden aparente alguno. Después volví a encontrar varios grupos de esferas en las cimas de las colinas. En el centro del eje longitudinal de cada colina había siempre algunos ejemplares. Vadeé el barro de un río y encontré nuevos grupos de esferas dispuestas de una forma extraña e incomprensible, pero en las que se podía reconocer un determinado orden.

En la llanura de Diqui, una zona extraordinariamente cálida, se encontraban, desde tiempos desconocidos, 45 esferas batidas por los ardientes rayos del sol. ¿Tenían dichas esferas la finalidad de darnos a entender algo que no fuimos ni somos capaces de entender?

[Un huevo de piedra grande en la selva de Costa Rica]

Para saciar [satisfacer] mi curiosidad, tuvimos que recorrer una distancia de 100 km en jeep - lo cual requirió todo un día - (p.119),

con objeto de examinar las esferas que había en Piedras Blancas, al sudeste del río Coto, siempre en Costa Rica. Una y otra vez teníamos que apartar obstáculos del camino, cargar el jeep entre cuatro personas y empujar en algunas curvas. Pero llegó un momento en que el coche no pudo avanzar más. Bubu - el mestizo que nos servía de guía - nos precedió [caminar adelante] durante una hora para ahuyentar [eliminar] a las sabandijas [animales pequeños]. Sin aquella precaución, habríamos caído más de una vez en nidos de arañas venenosas, que abundan [existen] mucho. Con su mordedura, estos repulsivos bichos ponen en constante peligro de muerte.

Por fin nos encontramos con dos enormes esferas, de altura superior a la de un hombre, en medio de la selva virgen. Quería ver con mis propios ojos aquellas esferas de Piedras Blancas precisamente porque se encontraban en medio de la selva. Se afirmaba que tenían solo algunos centenares de años. El que haya estado allí, como yo estuve, no podrá creerlo. La propia selva es primitiva y, según mi opinión, las esferas estarían ya allí antes de que empezara a crecer la exuberante vegetación.

Y aunque actualmente, con el empleo delos grandes medios técnicos con que contamos, podemos "trasplantar" Abu Simbel a cualquier lugar, me parece muy dudoso que pudiéramos colocar estas esferas en la selva virgen en que se hallan.

[Pero es posible que en los tiempos de antes esa región no fue selva].

[Más huevos de piedra gigantes en Costa Rica]

Aún vi más esferas en otros lugares de Costa Rica: En Golfo Dulce se pueden ver quince bolas gigantes dispuestas en línea recta. Al norte de Sierra Brunquera, en las cercanías de la pequeña ciudad de Uvita, encontré otras doce. En el enlodado [con arcilla] lecho del río Esquina aparecieron cuatro. En la isla Camaronal se encuentran otras dos, y, finalmente, hay otras en los picos de la cordillera Brunquera, en la zona del río Diquis.

[Los huevos de piedra - análisis]

La mayor parte de estas misteriosas esferas están hechas (p.120)

de granito o de lava. Resulta muy difícil dar la cifra exacta de este tipo de esferas de piedra, sin duda muy antiguas. Muchas de ellas adornan hoy los jardines, parques o los edificios públicos. Como quiera que en una antigua leyenda se dice que en el centro de cada esfera se puede encontrar oro, muchas de ellas fueron destruidas. Por otra parte, es digno de notar que en ninguno de los lugares de Costa Rica en que se han descubierto estas esferas, se encuentra rastro [huella] alguno que nos pueda dar una pista sobre sus "fabricantes".

Cuando, durante los años 1940 y 1941, la "United Fruit Company" roturó [preparó la tierra] los pantanos y bosques extendidos al pie de la cordillera Brunquera, en la zona del río Diquis, la arqueóloga Doris Z. Stone encontró numerosas esferas artificiales. Escribió sobre ello un documentado informe, que terminaba con estas resignadas palabras:

<Las esferas de Costa Rica tienen que ser incluidas entre los indescifrados misterios megalíticos del mundo.>

En realidad no sabemos quién hizo estas bolas de piedra, ni qué instrumentos utilizó para su trabajo, ni con qué objeto se hicieron, ni en qué época se realizaron. Todo cuanto los arqueólogos dicen para explicar la existencia de estas bolas indias, o "bolas celestes", como las llaman los nativos, es puramente especulativo. Una leyenda local afirma que cada esfera representa al Sol, explicación que puede aceptarse. Sin embargo, los que se dedican a investigar la Antigüedad rechazan esta versión, porque en todas estas latitudes el Sol fue representado siempre como un platillo de oro, rueda o disco, pero nunca como una esfera, ya se tratara de incas, o aztecas.

Una cosa es cierta: estas esferas de piedra no pueden haber aparecido de una manera espontánea, sin ayuda ninguna de tipo mecánico. Son de una perfección asombrosa [maravillosa]: se trata de esferas redondas en el verdadero sentido de la palabra, de superficies completamente lisas (p.121).

[¿De dónde vino el saber y los instrumentos para fabricar huevos de piedra perfectos?]

Los arqueólogos que han estudiado las esferas de Costa Rica, han podido comprobar que ninguna de ellas muestra ni la más mínima desviación [inexactitud] respecto al diámetro que debe tener. Esta exactitud hace suponer que quien las creó debió de tener muy buenos conocimientos de Geometría, además de contar con aparatos técnicos adecuados.

Si los canteros hubieran desenterrado primero el material en bruto del suelo, para trabajar después en el lugar apropiado, se habrían producido, inevitablemente, desigualdades e irregularidades, porque no se habría podido controlar la parte situada directamente sobre el suelo. Este procedimiento primitivo ha de descartarse por completo. El material en bruto tuvo que haber sido transportado hasta allí, entre otras cosas, porque no se encuentran en los alrededores grandes masas de rocas. Por otra parte, los bloques de piedra tuvieron que haber sido desgajados o cortados de las rocas. Yo he llegado a la conclusión de que para conseguir estas obras se necesitaron muchas fuerzas, tiempo e instrumentos de trabajo especiales.

[Las teorías de los arqueólogos no salen de nada]

Sin embargo, una vez llegados a este punto, sigue siendo incomprensible por qué las esferas, una vez terminadas, fueron trasladadas hasta un punto cualquiera, como, por ejemplo, a la cima de una montaña. ¡Qué idea tan absurda y qué empleo tan gigantesco de trabajo! Sin embargo, hay una explicación, aunque sólo parece apropiada para los superficiales guías turísticos: ¡Las esferas gigantes serían "labradas" por la erosión de los lechos de los ríos!

[Así en todos los ríos del mundo deberían ser huevos de piedras gigantes - eso es NO POSIBLE].

Si para mí no se tratara de una cuestión tan seria, me reiría de esta idea. Las esferas, cuyo peso es enorme, habrían permanecido así, sencillamente, enterradas en los embarrados lechos de aquellos ríos, que, en parte, también son pedregosos.

Quienes propugnan esta teoría del lecho de los ríos, se encuentran frente a un hecho que no puede haber cambiado durante (p.122)

el transcurso de los tiempos: entre las montañas de granito - de las que tuvo que haber sido extraída una gran parte del material para hacer las esferas - y el lugar donde éstas han sido encontradas en el delta del Diquis, no sólo se extiende la amplia y poderosa selva, sino que tres ríos pequeños representan otros tanto obstáculos para el transporte de material de tal magnitud, en la suposición de que no se dispusiera de medios especiales para ello. Y si no bastasen estas barreras, téngase en cuenta que, vistas desde el lado de las rocas de granito, casi todas las esferas se encuentran en la otra orilla del río Diquis. Así, pues, los "transportistas" tendrían que haber salvado también este obstáculo, y supongo que no lo harían como por arte de "magia".

He observado que cuando los arqueólogos no encuentran explicación para el gigantesco esfuerzo que supondría el transporte, recurren a la llamada "teoría del traslado rodado", teoría que fracasa aquí por completo. Para ello basta ver las las enormes esferas colocadas en las cumbres de las montañas. Un especialista me dijo que para hacer una bola de piedra de 16 toneladas de peso se necesita un material, en bruto, de 24 toneladas por lo menos. Si tenemos en cuenta las innumerables esferas que existen, podremos formarnos una idea aproximada de la enorme cantidad de material que se tuvo que haber movido en esta zona en la época en que fueron hechas las esferas de piedra.

[Los habitantes de Costa Rica no saben nada y son "cristianizados - el saber sobre los huevos de piedra es un tabú]

Había visto el maravilloso mundo de las esferas de piedra y había quedado convencido de su inquietante existencia. Ahora pretendía encontrar la solución de este misterio. Sin embargo, cuando pregunté a los costarricenses por la procedencia y significado de las bolas de piedra, tropecé [encontré] con el silencio y la desconfianza. Aunque los naturales del país han sido "educados" por los misioneros y gracias a los numerosos contactos económicos con el Occidente, en el fondo de su ser siguen siendo (p.124)

supersticiosos. dos arqueólogos del "Museo Nacional de San José" a quienes pregunté, me explicaron que la creación de las esferas se debía a un culto a las estrellas, aunque quizá se tratase también de representaciones de calendario o de signos religiosos o mágicos. Seguí investigando con tenacidad [energía dura], precisamente porque aquellas explicaciones no me convencían, pero al fin llegué a la conclusión de que también para ellos constituía un tabú el misterio de las esferas.

Como los arqueólogos competentes no me podían o no me querían ayudar, intenté preguntar a algunos indios. Acostumbrado como estaba al trato con los nativos de numerosos países, no tardé en advertir que sentían cierto temor tan pronto como la conversación derivaba hacia las esferas. Sea como fuere, es realmente asombroso que aquellos indios, siempre dispuestos a conseguir algún dinero, se negaran a acompañarme hacia una roca situada apenas a 600 m de altura y sobre la que había tres de estas esferas, ni siquiera a cambio de una buena propina. ¡Bubu constituyó una excepción!

Un alemán que, hace ya cuarenta años, es propietario de la "Pensión Ana", en San José, y a quien se considera como el hombre que mayor cantidad de material posee sobre las esferas, estuvo hablando largamente conmigo, a petición mía, sobre el misterio de dichas esferas. Me mostró figuras impresionantes, pero se comportó como si hubiera de conservar el secreto de un tesoro de oro recién descubierto. Me enseñó bocetos [dibujos] de esferas agrupadas, pero se negó a indicarme su situación con exactitud. Ni siquiera me dejó que los copiara. - "¡No, no puede ser!" - exclamó.

[Los huevos de piedra son de los dioses extraterrestres de tiempos antiguas - la forma de nave espacial más natural]

Si no lo hubiera sabido ya, en Costa Rica me habría enterado de que existía en realidad un misterio en torno [en todos los lados] a aquellas esferas de piedra. No pude descifrarlo, pero sí fortalecer mi suposición de que aquellas esferas prehistóricas, y todas las representaciones de las mismas en los relieves y en las paredes (p.124)

de las cuevas, se hallan estrechamente relacionadas con una antigua visita de seres extraterrestres a nuestro planeta. Ellos ya sabían sin duda, y lo habían probado, que la esfera es la forma más adecuada para la navegación interestelar.

el lejano viaje de retorno a las estrellas se llevará a cabo algún día, no muy lejano, partiendo desde nuestro planeta, y probablemente en una nave espacial en forma de esfera, porque ésta es la figura geométrica más natural para los vuelos por el Cosmos (p.125).


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