Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas
8. Provechosa
investigación sobre el pasado
[8.1. Perú: Pisco con "candelabro"]
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Pisco en el Perú, candelabro de 250 m de altura
(p.192-193)
Däniken:
<Estas enormes marcas se encuentran en una
solitaria bahía al sur de Pisco (Perú). Esta señal
fosforescente, de 250 m de altura, se halla
orientada hacia el cielo.> (p.192-193)
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de: Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores;
Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat
(Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8
presentado por Michael
Palomino (2011)
8. Provechosa investigación sobre el pasado
Cusco Pisco-Nazca-Tarapacar. - El Enladrillado. - Señales para
los "dioses". - "Hijastro" de la investigación
[8.1. Perú: Pisco con "candelabro"]
[La llegada con el barco para
ver el "candelabro"]
En 1965, cuando estuve en Perú pude ver un enorme "candelabro"
de tres brazos de 250 m de altura, junto a la pared rocosa de
la bahía de Pisco. Para nuestro viaje del verano de 1968, Hans
Neuner y yo teníamos la intención de atravesar la zona para
liberar, por lo menos, un fragmento de uno de los brazos, de
la arena que lo cubría, con objeto de fotografiarlo.
Tras un estéril intento - con un coche alquilado que se
atascaba [se quedó bloqueado] continuamente en las dunas de
arena - por llegar hasta el "candelabro", convencimos a un
pescador para que nos llevara a la bahía. Durante dos largas
horas navegamos a barlovento [lado del viento] impulsados por
una brisa fresca, hasta que el pescador nos dijo que no podía
acercarse más a la costa, porque la quilla[piso del barco] de
su barca correría el riesgo de quedar destrozada al tocar el
rocoso y somero fondo.
No tuvimos más remedio que - con toda nuestra impedimenta, e
incluso vestidos y calzados - meternos en el agua y nadar
hasta cubrir los 50 m que nos separaban de la costa. Los
instrumentos, medidores y las cámaras, tras haberlos protegido
convenientemente con envoltura de plástico, los empujamos
(p.161)
por delante de nosotros. Una vez alcanzadas la primeras rocas
de la costa, nos quitamos las ropas, que estaban chorreando, y
nos dirigimos hacia la pared rocosa, a través de la ardiente
arena.
[Tomar una prueba del suelo
no fue posible - arena dura como granito - señal para
"llamar" a los "dioses"]
Perú, el candelabro de Pisco en color [1]
Por desgracia, los hados no nos fueron propicios [no teníamos
suerte] y no quisieron dar aquel día fuerzas sobrehumanas a
dos idealistas llenos de curiosidad. Después de algunas horas
de tenaz trabajo, llegamos a la conclusión de que no teníamos
fuerzas para liberar de la dura capa de arena ni siquiera un
pequeño fragmento del "candelabro".
Sea como fuere, nuestros esfuerzos se vieron recompensados en
parte, ya que pudimos tomar algunas medidas y efectuar
precisas comprobaciones. Cada uno de los brazos del
"candelabro" tiene 3,80 m de anchura. Están compuestos de
bloques fosforescentes de color blanco, duros como el granito.
Antes de que fueran cubiertos por la arena - o sea, mientras
los habitantes primitivos de la zona los cuidaron y
mantuvieron limpios -, estos brazos serían señales luminosas
destinadas a "llamar" a los "dioses" procedentes del cielo.
[El "candelabro" no fue señal
para barcos]
Algunos arqueólogos opinan que el "candelabro" de la pared
rocosa de la bahía de Pisco sería una señal costera para ayuda
de la navegación de cabotaje [navegación costera]. A esta
tesis se opone el hecho de que el "candelabro" se encuentra en
una bahía y de que, por tanto, no puede ser visto desde
cualquier parte por las naves que pasen cerca de la costa.
Tampoco concuerda con esta hipótesis la consideración de que
una señal de estas medidas habría sido desmesuradamente grande
para la navegación marítima, aparte que es muy dudosa la
existencia de este tipo de navegación en épocas muy
primitivas. Pero, sobre todo, tenemos el hecho de que los
constructores de este "candelabro", lo dispusieron mirando
hacia el cielo. Por otra parte, aún se ha de aclarar por qué
no se utilizaron como puntos de señalización para la
navegación marítima las dos islas (p.162)
que se encuentran en el mar abierto, siguiendo la prolongación
del brazo central del "candelabro", si es que en realidad se
pretendía que éste sirviera como señal. En estas islas había
puntos de orientación naturales que podían verse desde
cualquier embarcación que se acercara a la bahía, y desde
cualquier lado. Así, pues, ¿por qué se iba a construir una
marca que no podía ser vista en absoluto por las embarcaciones
que llegaran tanto del Norte como del Sur? ¿Y por qué crear
una señal de navegación que mira hacia el cielo? Además,
aparte un desierto de arena, no hay allí nada, absolutamente
nada, que pueda atraer a un marino, y, por otra parte, la
escasa profundidad de las aguas debió de impedir también, ya
en épocas primitivas, que las naves de acercaran a la costa
(p.163).