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Erich von Däniken: Regreso a las estrellas

8. Provechosa investigación sobre el pasado

[8.2. Perú: aeropuerto de los extraterrestres Nazca]

de: Erich von Däniken: Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores; Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat (Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8

presentado por Michael Palomino (2011)


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[8.2. Perú: aeropuerto de los extraterrestres Nazca]

[Líneas y pistas para naves extraterrestres - y figuras]

Pero hoy otros hechos que fortalecen mi teoría de que esta señal está dirigida "hacia el cielo". A sólo 160 km de Pisco en línea recta se encuentra la llanura de Nazca, con sus misteriosas marcas en el suelo, que se descubrieron sólo a finales de los años treinta de nuestro siglo. Desde entonces, los arqueólogos tratan de encontrar una explicación a estos sistemas de líneas geométricas, dibujos abstractos y rocas bien ordenadas sobre aquel pedregoso y llano desierto que se extiende sobre una zona de 50 km de longitud entre Palpa, al Norte, y Nazca, al Sur. A mí no me cabe la menor duda de que se trata de un "aeropuerto".

Al volver sobre esta llanura se advierte con claridad, incluso a gran altura, que hay líneas de "caminos" que se extienden durante kilómetros y que discurren en parte paralelamente, para entrecruzarse al fin, o bien forman trapezoides, con superficies de hasta 800 m de longitud. Entre estos "caminos", perfectamente rectos, se pueden reconocer los contornos de enormes figuras de animales, la mayor de las cuales (p.163)

mide unos 250 m entre sus dos puntos más lejanos.

[El trabajo de Maria Reiche]

Observadas de cerca, las líneas son profundos surcos, los cuales dejan al descubierto el subsuelo, blancoamarillo, del desierto, cuyo color se destaca violentamente del de la superficie, costra de arena desértica color marrón, junto a piedras oxidadas. Maria Reiche, que, desde 1946, trata de conservar, medir y explicar los dibujos del suelo, y que fue la primera en dar a conocer, mediante diseños, los triángulos, cuadrados, las líneas rectas y las numerosas figuras de animales, utilizando una cinta métrica y un sextante, descubrió más tarde la razón de que el suelo situado por encima del Valle Ingenio fuera el más adecuado para trazar sobre él marcas reconocibles e imborrables; en la zona de Nazca, el término medio de la precipitación anual es de unos 20 minutos. Así, pues, el clima, en esta zona, es seco y cálido, y la erosión, muy intensa, a causa del viento, que arrastra la arena para dejar en la superficie sólo guijarros, que van disgregando las violentas oscilaciones térmicas. Tales condiciones han dado origen al llamado "desierto barnizado", que, después de la oxidación, adquiere un tono castaño brillante, Así, pues, para trazar, con suaves materiales de aluvión, los enormes dibujos en el subsuelo claro, sus autores necesitaron sólo quitar las oscuras piedras de la superficie y escarbar [mover] el suelo. 

[Las figuras: Maria Reiche - tesis diversas: son de los incas - contradicciones -  unas líneas quedan "inexplicables"]

Sin embargo, queda la cuestión de saber quiénes fueron los autores de tales dibujos y por qué les dieron unas medidas tales como para ser reconocibles sólo desde gran altura, por ejemplo, desde un avión. ¿Conocerían ya un sistema de medida  de ángulos, altamente desarrollado, que les permitiera trasladar sus bocetos [dibujos] a unas medidas tan gigantescas como exactas?

Sobre esto, Maria Reiche dice lo siguiente (p.164):

<Los dibujantes que sólo desde el aire pudiesen advertir la perfección de sus propias obras, planearían, sin duda, sus (p.164) dibujos, desde el principio, a base de bocetos de medidas pequeñas. Por ahora sigue siendo un misterio - cuya solución se tardará aún años en encontrar - la forma en que lograron trasladar cada línea a su lugar exacto y en la dirección precisa, teniendo en cuenta las grandes distancias.> (p.165)

Hasta ahora, la Ciencia no ha prestado la debida atención al fenómeno del desierto de Nazca. Al principio se creyó que aquellas líneas rectas eran sólo antiguas calzadas de los incas o canales para el aprovisionamiento de agua. Pero tales explicaciones no tienen sentido alguno. ¿Por qué iban a trazarse "calzadas" [pistas] en medio de la llanura, y sólo en ésta? ¿Por qué se habían de cortar las líneas en un sistema coordinado, suponiendo que se tratara de calzadas? Y finalmente, ¿por qué están dirigidas hacia todos los lados, cuando, como sabemos, las carreteras tienen el propósito de poner en comunicación determinados puntos terrestres y por el camino más corto posible? Por otra parte, ¿por qué los canales de aprovisionamiento de agua - en el caso de que fueran tales - habían de tener la forma de aves, arañas y reptiles?

Esta interpretación es rechazada también por Maria Reiche, que ha sido quien se ha ocupado durante más tiempo y con mayor intensidad a descifrar este misterio de la llanura de Nazca y que en 1968, publicó un libro al respecto, titulado "Secretos del desierto". Considera muy probable que estos dibujos - aparte su importancia religiosa - puedan tener relación con el calendario. Según sus suposiciones, las marcas trazadas en el suelo contienen observaciones celestes, por lo cual tendrían la misión de transmitir éstas a las generaciones posteriores. Sin embargo, añade, impresionada (p.165):

<No se puede afirmar, con toda seguridad, que todas las líneas tengan una explicación astronómica, pues hay algunas - y, entre ellas, muchas de dirección norte-sur - que no pueden concordar en modo alguno el mapa celeste de aquel tiempo (p.165). Por otra parte, si las posiciones de las estrellas - no sólo las que se hubieran encontrado en el horizonte, sino también por encima de éste - tuvieran que ser dibujadas, serían tan grandes las interpretaciones posibles de las líneas, que resultaría extraordinariamente difícil llegar a resultados absolutamente comprobables.>

[La teoría de Däniken respecto a las líneas de Nasca: fueron "dioses" construyendo pistas y no regresaron - y los hombres hicieron líneas y dibujos]

Sé que Maria Reiche no comparte mi opinión sobre la explicación de los dibujos geométricos de Nazca, ya que los resultados de las investigaciones que ha llevado a cabo hasta ahora no permiten sacar conclusiones tan atrevidas. Pese a todo, me voy a permitir explicar mi teoría:

en alguna ocasión, en épocas muy antiguas, aterrizarían en las cercanías del actual pueblo de Nazca, sobre la llanura solitaria, seres extraterrestres inteligentes, los cuales construirían un improvisado aeropuerto para las naves espaciales que hubiesen de operar en las cercanías de la Tierra. Sobre esta zona ideal construirían dos pistas. ¿O acaso marcaron éstas con un material desconocido para nosotros? Una vez más, los cosmonautas realizarían su trabajo, para regresar luego a su planeta.

Sion embargo, las tribus preincaicas - algunas de las cuales observaron, sin duda, durante su trabajo, a aquellos seres extraños, tan imponentes para ellos - deseaban ardientemente el regreso de aquellos "dioses". Esperarían durante años, y, al ver que no se cumplían sus deseos, empezarían a construir nuevas líneas sobre la llanura, de la misma forma que lo habían visto hacer a los "dioses". de este modo aparecerían las líneas que entrecruzan las dos primeras pistas.

Pero los "dioses" siguieron sin aparecer. ¿Qué errores habían cometido los naturales de la zona? ¿En qué habían podido disgustar a aquellos seres "celestes"? Entonces, un sacerdote recordaría que los "dioses" habían venido de las estrellas, y, en consecuencia, aconsejaría que se dirigieran las líneas (p.166)

hacia éstas. Así empezarían otra vez su trabajo, y de esta forma aparecían las líneas con su nueva orientación. pero los "dioses" seguían sin venir.

Mientras tanto, habían nacido y muerto muchas generaciones. Hacía ya mucho tiempo que habían desaparecido los seres humanos que habían visto construir las pistas a aquellos seres extraterrestres. Las nuevas generaciones de indios sabían sólo por tradiciones orales que hubo una época en que llegaron a su país unos "dioses" procedentes del cielo. Los sacerdotes convertirían los informes de los hechos en tradiciones sagradas y exigirían que se realizaran nuevos dibujos para los "dioses", a fin de estimular el regreso de éstos.

Pero como quiera que trazando líneas no habían conseguido resultado alguno, los naturales empezarían a escarbar el suelo, hasta obtener gigantescas figuras de animales. Primero representarían aves de todas clases, que simbolizarían el vuelo; luego les darían contornos fantásticos para conseguir, al fin, figuras de arañas, monos y peces.

Admito que mi explicación es hipotética. Pero, ¿no podría haber sido así o de una forma muy parecida? Yo lo he visto con mis propios ojos, y cualquiera puede hacer lo mismo: las coordenadas de las pistas y los símbolos animales sólo se pueden reconocer desde gran altura.

[Nazca: dibujos rupestres con personas con antenas]

Pero esto no es todo. En un círculo situado alrededor de Nazca se encuentran, en las paredes de las rocas, dibujos de hombres de cuya cabeza parten rayos muy parecidos a las aureolas de los santos.

[Tesis de Däniken: hay una "línea recta" - una conexión entre el "candelabro" y Nazca]

¡Nazca! A 160 km de distancia, en línea recta, de Pisco. De pronto se me ocurrió una idea. ¿Podría haber alguna relación entre el "candelabro" de la bahía de Pisco, los dibujos de la llanura de Nazca y las ruinas de la antiplanicie de Tiahuanaco? Aparte un desvío mínimo, estos tres lugares están unidos entre sí por una línea perfectamente recta. En el caso (p.167)

de que la llanura de Nazca hubiese sido un aeropuerto y el "candelabro" de Pisco una señal de aterrizaje, al sur de Nazca se tendrían que encontrar nuevas marcas en el suelo, porque es poco verosímil que todos los astronautas llegaran a Nazca procedentes del Norte, o sea, de Pisco.

[Se encuentra más señales cerca de Mollendo y Antofagasta - la "línea recta"]

Y, en efecto, en las cercanías de la ciudad de Mollendo, al sur de Perú, a 400 km de Nazca en línea recta, y hasta en los desiertos y montañas de la provincia chilena de Antofagasta, se descubrieron grandes marcas en el suelo, cuyo sentido y finalidad no se han podido explicar hasta ahora. En algunos lugares se pueden identificar rectángulos, flechas o escaleras de peldaños curvos, e incluso hay vertientes de montañas con cuadrados, en parte ornamentales. A lo largo de la línea indicada, y en las escarpadas peñas de las montañas, se ven círculos con rayos dirigidos hacia dentro, óvalos ocupados por un dibujo escaqueado, y en la pared rocosa, difícilmente accesible, del desierto de Tarapacar, hay representado un "robot" gigantesco.

[Desierto de Tarapacar: el robot con 12 antenas]

El 26 de agosto de 1968, el periódico chileno "El Mercurio" informó sobre este descubrimiento (realizado a 750 km al sur de Nazca, en línea recta) de la siguiente forma:

<Nuevo descubrimiento arqueológico realizado desde un avión. Un grupo de especialistas ha hecho un nuevo descubrimiento arqueológico desde el aire. Cuando volaban sobre el desierto de Tarapacar, que se extiende en el extremo norte de Chile, identificaron, dibujada en la arena, la figura estilizada de un hombre. Mide unos 100 m, y sus contornos están punteados con piedras de origen volcánico. Se halla sobre una solitaria colina de unos 200 metros de altura... En círculos científicos se opina que esta clase de exploraciones aéreas tienen una gran importancia para la investigación de la Prehistoria...>

Los científicos de la expedición calcularon que aquel "robot" (p.168)

mediría 100 m. Su cuerpo es cuadrangular, como una caja; sus piernas rectas, y sobre el delgado cuello se asienta una cabeza cuadrada, de la que parten doce antenas, todas de la misma longitud. El brazo izquierdo cuelga hacia abajo, mientras que el derecho se dirige hacia arriba. Partiendo de las caderas, y hasta el final del tronco, tiene, a derecha e izquierda, aletas de vuelo triangulares, semejantes a las alas en delta de los aviones supersónicos.

[Los descubridores: Núñez, Iensen, Trou - el control por Guacolda Boisset]

El descubrimiento fue realizado por Lautaro Núñez, de la "Universidad del Norte", en Chile, por el general Eduardo Iensen y el norteamericano Delbert Trou, quienes observaron con toda exactitud las formaciones del suelo durante un vuelo sobre el desierto. El sensacional descubrimiento fue confirmado posteriormente en un segundo vuelo de exploración, organizado por la directora del "Museo Arqueológico" de Antofagasta: la señora Guacolda Boisset. En las alturas de Pintados se descubrió y se fotografió desde el aire una serie de figuras estilizadas en un espacio de unos cinco kilómetros.


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