Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas
8. Provechosa
investigación sobre el pasado
[8.4. Más lugares con
hallazgos indicando los dioses antiguos]
de: Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores;
Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat
(Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8
presentado por Michael
Palomino (2011)
[8.4. Más lugares con hallazgos indicando los dioses
antiguos]
Pero volvamos al presente. Los creadores de las culturas
primitivas desaparecieron, pero los restos que dejaron nos
siguen mirando interrogativamente, en espera de ser
explicados. Para encontrar respuestas correctas a estas
preguntas; para salir al encuentro de estos interrogantes, los
arqueólogos deberían recibir de sus respectivos gobiernos, y
quizá también de alguna organización mundial, los medios
adecuados para poder proseguir sus investigaciones de una
manera sistemática e intensiva. Es conveniente y necesario que
las industrias inviertan miles de millones en investigaciones
para el futuro. Pero, ¿acaso por eso la investigación de
nuestro pasado tiene que ser tratada por el presente como un
"hijastro"? Tal vez llegue el día en que se inicie una
auténtica carrera de investigación (p.172)
arqueológica, cuyos resultados se mantendrían sometidos a los
mismos secretos que las cuestiones militares. Entonces
tendríamos una situación semejante a la que se ha producido
durante los últimos años en la llamada "carrera del espacio".
Pero la posible "carrera arqueológica" no sería una cuestión
de prestigio, sino, más bien, algo realmente provechoso.
En este sentido deseo citar algunos lugares en los que la
investigación moderna, aplicada de forma intensiva, tal vez
haya descifrado algunos misterios de nuestro pasado, de una
forma útil para la técnica:
[California: Isla de Santa
Rosa con restos humanos de 29.600 años]
En la isla de Santa Rosa se encontraron restos de un
asentamiento humano que, según el método del C-14, se remontan
a 29.600 años atrás.
Mapa con California con la isla Santa Rosa, San Francisco y
Los Ángeles [1]
[España: Cueva "La Pileta" en
la localidad de "Ronda" con restos humanos de 30.000 a 6.000
años a.d.C. - dibujos desarrollados]
A 20 km al sur de la ciudad española de Ronda, en la provincia
de Málaga (Andalucía), se abre la llamada cueva de "La
Pileta", en un solitario valle. Se pudo demostrar que en esta
cueva habían vivido seres humanos entre los años 30.000 y
6.000 a.d.C. En las paredes de dicha cueva aparecieron unos
raros dibujos estilizados que no son, en modo alguno,
garabatos sin sentido, ya que están realizados con maestría y,
además, se repiten a menudo. Se podría tratar de una especie
de escritura.
[Sáhara: Montañas de Ennedi
con pinturas rupestres - figuras de mujeres]
En las montañas de Ennedi, en la zona sur del Sáhara, Peter
Fuchs descubrió unas figuras de cuatro mujeres pintadas en la
roca, y que son únicas en África. Las figuras llevan vestidos
y tatuajes, muy parecidos a los que se han encontrado en la
zona del Pacífico Sur. Pero entre el sur del Sáhara y las
islas del Pacífico hay una distancia de ¡25.000 kilómetros en
línea recta! (p.173)
[Laberintos en dibujos
rupestres: África, Europa, "América" del Sur, Santa Cruz
(Argentina), Neuquén (Argentina)]
Las llamadas representaciones de "laberinto" son conocidas ya
desde hace tiempo en muchos dibujos rupestres, tanto de África como de Europa. Se trata
de dibujos de verdaderos laberintos, para los que hasta ahora
no se ha hallado ninguna explicación. Mas, posteriormente,
estos símbolos "laberínticos" se encontraron también en
algunas paredes rocosas sudamericanas, especialmente en el
Territorio Nacional de Santa Cruz y en el Territorio de Neuquén, en
Argentina. ¿Se dio acaso un "intercambio de pensamientos"
entre los artistas sobre sus representaciones? ¿Cómo se podría
explicar, si no, la repetición de los mismos símbolos?
[Ecuador: Rito de indígenas
en Quito en magiar con estrellas del Oso Mayor]
El investigador argentino Juan Moricz ha demostrado que, en el
antiguo reino de Quito (América del Sur) se hablaba ya la
lengua magiar [de Hungría] antes de la conquista española.
Descubrió los mismos nombres familiares, los mismos nombres de
lugares y las mismas costumbres funerarias. Cuando los
antiguos magiares enterraban a un muerto, lo despedían con las
palabras "irá a la Osa Mayor".En los valles sudamericanos de
Quinche [Ecuador] y de Cochasqui [Chasqui, Ecuador] hay
túmulos [colinas de tumbas] que son copias exactas de las
siete estrellas principales de la Osa Mayor.
[Perú: Pinturas rupestres]
Entre Abancay y el río Apurimac, en Perú, en el tramo
Cuzco-Machu-Picchu, se encuentra, desde tiempos prehistóricos,
una piedra de 2,50 m de altura y 11 de perímetro, erigida en
la cumbre de una pequeña colina. En esta "Piedra de Saihuite"
se ven relieves que representan espléndidas terrazas, templos
y bloques de casas, así como extraños desagües y, de nuevo,
signos escrituriformes no descifrados hasta ahora. Unos
relieves semejantes, existentes en esta (p.174)
zona, llevan los nombres de Rumihuasi e Intihuasi. En
Rumihuasi se observa el modelo de un templo con un nicho de
1,40 m de altura.
[Japón: indígenas de los
ainos en Hokkaido con dioses antiguos]
En febrero de 1967, la acreditada "National Geographic
Magazine" [revista nacional geográfica], de Estados Unidos,
publicó un informe sobre la pequeña tribu de los ainos, que
vive en la isla japonesa de Hokkaido. Pues bien, los ainos
siguen afirmando, y tratan de demostrarlo con sus mitos, que
son descendientes directos de los "dioses" llegados del
Cosmos.
[El dios Apolo con avión]
En un vaso del siglo VI a.d.J.C., conservado en el "Museo
Vaticano", se representa a Apolo volando sobre el mar. El dios
va sentado en un trípode, una especie de platillo con tres
patas largas. La estructura se mantiene en el aire gracias a
tres poderosas alas de águila.
[México: monolito con dragón
con 3 cabezas con casco con astronauta]
México, Villahermosa, monolito de dragón (p.192-193)
Däniken indica:
<Monolito del "dragón" en el parque olmeca de
Villahermosa (México)> (p.192-193)
En el "Museo de Villahermosa", en Tabasco (México), se
conserva un monolito, perfectamente trabajado, con la
representación de una serpiente o, más bien, un "dragón" que
abarca [incluye] las tres caras. En el interior del animal
vemos, sentado, a un
hombre [astronauta] con la espalda encorvada
[curvada] y las piernas levantadas. Apoya los pies en unos
pedales, mientras la mano izquierda "acciona" una "palanca de
dirección", y la derecha sostiene una cajita. Se toca con un
casco, que se ajusta bien a la cabeza y que abarca la frente,
las orejas y el mentón, dejando libre sólo la cara. Ante la
boca se ve un instrumento semejante a un micrófono. El ropaje
y el casco están firmemente unidos entre sí.
[Iraq: en Ur hay antiguos
instrumentos y dibujos de cohetes]
Sobre un gran cincel de cobre, puntiagudo por uno de sus
lados, que apareció en las "tumbas reales" de Ur, se pueden
ver, de arriba abajo, cinco esferas [bolas como huevos]; una
cajita similar a un altavoz [altoparlante]; dos cohetes
modernos por (p.175)
completo, situados uno junto a otro y que llevan rayos en uno
de sus extremos; varias figuras en forma de dragón y una
"copia", bastante exacta, de una cápsula "Géminis". No cabe
duda de que era extraordinaria la fantasía del autor de estos
relieves, que vivió hace más de 5.500 años.
[Perú: en Trujillo hay
vasijas de arcilla con el dios Kukulkán viajando en cohetes
- encontrado en el valle de Chicama]
El señor Gerardo Niemann (de "Hacienda Casa Grande", en
Trujillo, Perú) posee dos vasijas de arcilla muy notables. Una
de ellas, de 22 cm de altura, tiene forma de una especie de
"cápsula espacial", en la que son reconocibles el impulso y el
despegue con tanta claridad como en la figura del dios
Kukulkán, en Palenque, que "viaja" en un cohete. Sobre la
cápsula está acuclillado [asentado] un animal, parecido a un
perro, con la boca muy abierta. La segunda vasija de arcilla
representa a un hombre que, con los índices de ambas manos,
manipula una especie de máquina de calcular o caja
registradora de un total de 37 botones. Esta vasija mide 40,15
cm de altura. Ambas fueron encontradas en el valle de Chicama,
costa del norte del Perú.
Pero no nos encontramos al final, sino al principio de unos
grandes descubrimientos del pasado que nos señalan hacia el
futuro (p.176).