Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas
11. Sobre las
perversiones de nuestros antepasados
[La sexualidad de los dioses con animales]
de: Erich von Däniken:
Regreso a las estrellas; Plaza & Janes, S.A., Editores;
Virgen de Guadalupe, 21-33; Esplugas de Llobregat
(Barcelona); ISBN: 84-01-33135-8
presentado por Michael
Palomino (2011)
11. Sobre las perversiones de nuestros antepasados
El hombre y el animal. - Cuando los dioses trajeron el código
genético. - Cuarentena para la nueva raza. - Una pedrada en un
avispero.
[La sexualidad de los dioses
con animales]
[Existieron seres medio
hombre medio animal]
En las épocas más primitivas tuvo que haber existido un ser
híbrido, intermedio entre el hombre y el animal. La literatura
y el arte primitivos no dejan duda alguna al respecto. Todos
recordaremos haber visto alguna vez representaciones de toros
alados con cabezas humanas; de sirenas; de
hombres-escorpiones; de seres humanos alados; de centauros y
monstruos de varias cabezas.
Según los libros antiguos, estos seres híbridos vivían aún, en
épocas históricas, en hordas, tribus e incluso formando
pueblos grandes. En estos libros se informa sobre la
existencia de seres híbridos que vivían como "animales de los
templos" y que parecían ser los preferidos de la población.
Los grandes reyes sumerios y, posteriormente, también los
asirios, se ejercitaban en la caza persiguiendo a
hombres-animales, tal vez por puro placer. Los misteriosos
textos informan acerca de "semiseres" y de "seres mezclados",
cuya curiosa existencia se oculta siempre en el impenetrable
ámbito de lo mítico.
[El carnero egipcio -
animales en textos de Heródoto: hombres-palomas,
hombres-peces]
El carnero egipcio fue adoptado por la Orden de los Templarios
(p.219),
fundada en el siglo XII. Se representa con porte erguido,
cabello humano y patas y lomo de carnero. En sus "Historias
egipcias", Heródoto (490-425 a.d.J.C.) cita extrañas palomas
negras, que eran "hembras semihumanas, semianimales" (II, 57).
Las personas que vivían en la zona de la desembocadura del
Ars, río persa, debieron de haberse "ayuntado con peces", y,
según Heródoto, serían hombres-peces de piel escamosa (I,
202).
[Vedas: madres caminando en
manos]
En los "Vedas" hindúes se habla de madres que "andaban sobre
las manos".
En la epopeya de "Gilgamés" se dice que Enkidu tuvo que ser
"alejado de los animales".
[Centauros]
En la boda de Pirítoo, los centauros trataron de raptar a las
mujeres de los lapitos. Como todos saben, los centauros son
seres semianimales, semihumanos, con cuerpo de caballo y
tronco humano. Al minotauro de cabeza de toro se le tenían que
sacrificar seis jóvenes y seis vírgenes. Finalmente, la
doncella de Hefesto se ha de considerar también desde el punto
de vista del placer sexual.
[Platón describe un tercer
sexo con 4 manos y 4 pies]
Platón escribe en su [texto] "Banquete":
<Originalmente existía un tercer sexo junto al masculino y
al femenino. Tenía cuatro manos y cuatro pies... Eran grandes
su fuerza y su osadía. Estos seres planearon asaltar el cielo
para atentar contra los dioses...>
[Los "dioses grandes" (cabires) y su sexualidad con
animales]
Los cabires, que en las inscripciones son llamados,
generalmente, los "grandes dioses", fomentaron un misterioso
culto a los demonios de la fertilidad, que se inició en la
antigüedad egipcia, prosiguió a través de la época helenística
y llegó hasta el período de esplendor de la cultura romana.
Como los ritos de los cabires eran secretos, hasta ahora no se
ha podido saber con exactitud el tipo de juegos sexuales al
que se entregaban estas personas. Lo que sí se sabe con
seguridad es que en los placeres de la coyunda, tomaban
siempre parte dos cabires femeninos, otros dos masculinos y un
animal: y no sólo se apareaban el macho y la hembra, sino
(p.220)
que también el animal tomaba parte activa en el acto.
En este sentido, tal vez se habría de citar también el buey
Apis egipcio, "el buey sagrado de Menfis". Estos bueyes fueron
momificados, en atención a su fertilidad, en sarcófagos de
tres metros de longitud y cuatro de altura. Hace tres años
estuve en una de esta enmohecidas cámaras funeraris, situadas
a buena profundidad bajo la arena del desierto, y me pregunté
a mí mismo: ¿Qué harían en vida estos fértiles bueyes?
Tácito (Anales XV, 37) describe una orgía nocturna en casa de
Tigelino, durante la cual "se intercambiaron profusas caricias
entre hombres y animales". NO se dice durante cuánto tiempo se
desarrollaron estas perversidades en alianzas secretas.
A Heródoto parecía repugnarle esta cuestión. Con cierto
eufemismo, escribió (II, 46):
<.. y el carnero copuló, ante los ojos de todos, con una
mujer...>
El dios Pan fue representado, por los artistas antiguos, con
pezuñas de carnero y cabeza de cabra. A tal respecto, nos dice
Heródoto (II, 46):
<No se debe hablar acerca del porqué se le representa
así.>
en los restos de cerámica descubiertos en Nippur vemos
representada una mujer, de pechos bien desarrollados y cola de
serpiente, representación que no difiere mucho de aquellas en
que las sirenas se unen carnalmente con jóvenes hermosos.
La parte pecaminosa de nuestro pasado primitivo no se puede
borrar, por muy bochornosa que sea. La pornografía ha sido
siempre un codiciado estimulante. En este sentido son bien
elocuentes las representaciones prehistóricas de excesos
sexuales en tablas de arcilla, pinturas rupestres y huesos de
animales.
En los relieves del obelisco de Salmanasar II, conservado en
el "museo Británico", se pueden reconocer extraños seres
(p.221)
semihumanos, semianimales. En el "Museo del Louvre", en el de
Bagdad y en otros lugares vemos representaciones de coyundas
[conexiones] entre hombres y animales. En la isla de Malta hay
grandes figuras de piedra de una anatomía extraordinaria:
tienen los muslos redondos, y los pies puntiagudos. En cuanto
al sexo, no es posible definirlos. En las obras de arte
asirias menudean las representaciones de seres híbridos
antropozoomórficos. Los textos referentes a estas obras
informan sobre "hombres-animales prisioneros", que fueron
atados por los guerreros, conducidos por éstos y entregados,
como tributo del país Musri, al gran rey. Un hueso del
Paleolítico de le Mas-d'Azil (Francia) revela a un ser
híbrido, medio hombre, medio mono, que tal vez fue
especialmente atractivo.
Según los actuales conocimientos biológicos, es imposible el
cruce entre el hombre y el animal, ya que no concuerda el
número de cromosomas de ambos. Este apareamiento no podría dar
nunca un ser viable. Pero, ¿acaso sabemos por qué código
genético se regían los cromosomas de los seres híbridos? El
culto sexual entre hombre y animal, practicado en la
Antigüedad con tanta vehemencia como placer, ¿no tocaría a su
fin con la intervención de seres inteligentes de otros mundos,
que impondrían el apareamiento sólo entre individuos de las
mismas especies?
¿Después de la marcha de los "dioses", volvieron a su antigua
costumbre los habitantes de la Tierra?
[Los sumerios y su "creación"]
Los sumerios tenían un solo concepto para expresar el
Universo: "an-ki", lo cual puede traducirse por algo así como
"cielo y tierra". Sus mitos hablan de "dioses" que iban al
cielo con barcas y naves de fuego y que bajaban de las
estrellas del mismo modo; que fecundaron a sus antepasados,
para regresar luego a las estrellas. El panteón sumerio fue
enriquecido con un grupo de seres de formas más o menos
humanas (p.222),
si bien parecían superhombres e incluso seres inmortales. Sin
embargo, los textos sumerios hablan de sus "dioses" con toda
claridad, y nos dicen que el pueblo los vio un día con sus
propios ojos. Los sabios estaban convencidos de haber conocido
a los "dioses" que realizaron aquella obra. Según los textos
sumerios, los dioses les proporcionaron la escritura, los
instruyeron respecto a realización de objetos de metal (el
sumerio traduce exactamente la voz "metal" por "metal
celestial") y les dieron normas para el cultivo de la cebada.
En nuestra línea de ideas es importante saber que, según los
textos sumerios, los primeros hombres serían el producto del
cruce de los dioses con hijas de la Tierra.
[La costilla en la creación
de los sumerios]
Según el mito sumerio, por lo menos el dios del Sol, Utu, y la
diosa de Venus, Inanna, procedían del Universo. La palabra
sumeria para costilla es "ti"; pero "ti" significa también
"crear vida". Por tanto, Ninti es el nombre de la diosa
sumeria que "crea vida". Según los textos sumerios, el dios
del aire, Enlil, fecundó a varias mujeres. En una tablilla de
escritura cuneiforme se informa que Enlil dejó su "semen" en
el seno de Meslamtaea.
<... El semen de tu señor, el luminoso semen, está en mi
seno; el semen de Sin, el nombre divino, está en mi
seno...>
[El dios Enlil violó a Ninlil
- la "cámara de creación"]
Cuando los seres humanos no habían sido aún creados y en la
ciudad de Nippur vivían únicamente los dioses, Enlil, por
orden superior, violó y fecundó a la encantadora Ninlil. La
escritura cuneiforme de Nippur nos informa sobre el temor de
Ninlil antes del acto de la violación:
<... Mi vagina es demasiado pequeña y no sabe del coito.
Mis labios son demasiado pequeños y no saben besar...>
El dios Enlil no hizo caso de las palabras defensivas de
Ninlil. Los "dioses" habían decidido extirpar de la Tierra la
forma impura y antinatural de originar la vida, por lo que
Enlil vertió su semen en el seno de Ninlil. En una de las
tablillas (p.223)
traducidas por un experto en cuestiones sumerias, S.N. Kramer,
podemos leer:
<... El consejo de los dioses tomó su decisión respecto a
exterminar la semilla de la Humanidad. Después de las órdenes
de An y de Enlil. Acabará su soberanía...>
así, pues, se trataba claramente de exterminar a los impuros.
En otra de las tablillas se dice:
<En aquellos días fueron
formados Lahar y Ashman en la cámara de creación de los
dioses, en su casa de "Duku"... En aquellos días, Enki dijo
a Enlil: "Padre Enlil, dejemos que Lahar y Ashman, que
fueron creados en "Duku", salgan del "Duku".>
¿Era la "cámara de creación de los dioses" idéntica al
"Duku"? ¿Y acaso fue del "Duku" de donde salió el séquito, la
nave espacial de los dioses? Esta suposición es muy verosímil
si se tiene en cuenta las detalladas descripciones que se nos
dan.
[El orden en la ciudad de
Enlil-ki (Nippur): exterminar la sodomía con animales]
Especialistas de la Universidad de Pensilvania se llevaron a
su país, tras la expedición científica de 1889, el plano de
una ciudad más antiguo y fiel en las medidas de todo el mundo:
el plano de la ciudad de Enlil-ki (Nippur). En esta ciudad del
dios del aire (Enlil) había una "puerta de los impuros
sexuales". Y creo que esta "puerta" fue una medida de
protección de los "dioses" tras haber realizado su trabajo:
después de haber engendrado una nueva generación, querían
evitar la recaída en la sodomía, para lo cual aislaron a los
"nuevos hombres" del ambiente infestado que aún los rodeaba.
En un escrito cuneiforme se alude incluso, veladamente, al
método de fecundación de los "dioses", que consistiría en la
implantación (p.224)
artificial del semen divino.
[Cultura sumeria: texto de
Gilgamés describiendo una lucha de Enkidu y Gilgamés contra
Chuwawa]
La epopeya de Gilgamés describe la dramática lucha de Enkidu y
Gilgamés contra el monstruoso Chuwawa, que era el único que
vigilaba con éxito el lugar donde habían vivido los "dioses".
Las lanzas y las mazas que le arrojaban Enkidu y Gilgamés,
rebotaban sin causar daño alguno al "luminoso monstruo"; pero
detrás de él, una "puerta" habló con la "angustiada voz" de un
ser humano. El hábil [inteligente] Enkidu descubrió el lugar
donde había sido herido el servidor divino de Chuwawa, y acabó
con él.
Chuwawa no era ni dios ni hombre. Esto se desprende de un
texto publicado por James Pritchard en 1950, en "Ancient Near
Eastern Texts" [textos del próximo oriente del pasado]. las
inscripciones cuneiformes se refieren a Chuwawa:
<... Hasta que no haya
acabado con ese "hombre", si es que se trata de un hombre;
hasta que no haya dado muerte a ese dios, si es que se trata
de un dios, no encaminaré mis pasos hacia la ciudad... ¡Oh,
señor! (dirigiéndose a Gilgamés), tú no has visto esa
cosa... tú no te has aterrorizado como yo, que he visto a
ese hombre. Sus dientes son como dientes de dragón, su
rostro, como el rostro del león...>
¿No quiere ser ésta la descripción de la lucha con un robot?
¿Acaso Enkidu se enteró de dónde estaba la palanca con la que
se podía desconectar la máquina, decidiendo así a su favor una
lucha tan desigual?
[Cultura sumeria: platillos
describiendo seres que no comen ni beben]
Otro párrafo de texto cuneiforme - traducido también por N.S.
Kramer - permite sospechar la existencia de un autómata
programado como "servidor delos dioses" (p.225):
<... los que la
acompañaban, los que acompañaban a Inanna (la diosa), eran
seres que no conocían los alimentos, ni el agua; que no
tomaban ninguna comida preparada, ni bebían agua...>
En las tablillas sumerias y asirias se informa a menudo de la
existencia de esos seres que "no comían comida ni bebían
bebida". A veces, se les daban nombres fantásticos, como
"leones voladores", "dragones de fuego" o "relucientes huevos
divinos".
[Grecia antigua describe leones invulnerables,
dragones de fuego etc.]
En las leyendas griegas nos encontramos también con los
"equipos de vigilancia" apostados por los "dioses". La leyenda
de Hércules informa sobre el león de Nemea, que había caído de
la Luna y que no podía ser herido "por ningún arma humana". En
otra leyenda se describe al dragón Landon, cuyo ojo no conocía
el sueño y que luchaba lanzando "fuego y feroces soplidos".
Antes de poder hacerse con [poseer] el vellocino de oro, Medea
y Jasón tuvieron que engañar astutamente al dragón, envuelto
en "luminosas escamas de hierro" y que se revolcaba en medio
de llamas.
[Tesis de Däniken pensando lo que sería posible con
esos seres semi hombres semi animales]
Creo que estas mis teorías serán duramente atacadas. ¿Seres de
otros mundos dispuestos a acabar con la sodomía? ¿Seres de
otros mundos que dan a una nueva clase de hombres las primeras
instrucciones para una vida civilizada en común? ¿Seres de
otros mundos que regresan al Universo tras haber realizado su
misión en la Tierra, pero que dejan vigilantes en ella? Y
estos vigilantes, ¿no serían robots o autómatas?
[Poblaciones en la Tierra que
vinieron de otros mundo - ejemplos]
Oculto detrás de los mitos, las leyendas y las transmisiones
orales, trato de ver algo que fue realidad en alguna ocasión.
Me limito a hacer constar que:
Los tibetanos y los hindúes
creen que el Universo fue la "madre" de la raza terrenal
(p.226).
Los habitantes de Malekula (Nuevas Hébridas) afirman que la
primera raza de los hombres estaba compuesta por
descendientes de los "hijos del cielo".
Los indios se llaman a si mismos descendientes del "pájaro
de la tormenta".
Los incas pretenden descender de los "hijos del Sol".
Los rapanui de la isla de Pascua basan su "Génesis" en los
hombres-ave.
Los mayas dicen ser "hijos de las Pléyades".
Los germanos hacen constar que sus antepasados llegaron con
"objetos volantes".
Los indios afirman que proceden de Indra, Gurja o Bima, que
surcaron el cielo con "naves de fuego".
Los insulares del Pacífico pretenden descender del dios
celestial Tangalao, que bajó del cielo en un fantástico
huevo luminoso.
[Dioses vinieron escogiendo
un grupo fecundándolo y eliminando los "impuros"]
Todas estas leyendas sobre la procedencia del género humano
tienen algo en común: los "dioses" llegaron a la Tierra y
escogieron a un grupo, al que fecundaron y separaron de los
impuros. Los dotaron de altos conocimientos modernos, para
desaparecer luego temporalmente o para siempre.
El resultado de estas nuevas e intrincadas [complicadas]
reflexiones lo expresa Karl F. Kohlenberg en su libro
"Etnología":
<... el misterio de los
dioses, el misterio de la procedencia de los hombres, es un
laberinto de mitos y transmisiones orales, cuyo verdadero
sentido no ha logrado explicar aún nuestro limitado
saber.>
[Las dimensiones del tiempo
con los dioses]
Pero he aquí ahora una nueva indicación sobre el "misterio de
los dioses". En mi libro "Recuerdos del futuro" cité la teoría
(p.227)
de la relatividad, el empleo de los cohetes y el
enlentecimiento del tiempo durante los viajes interestelares.
ya hemos visto que para la tripulación de una nave espacial
cuya velocidad sea ligeramente inferior a la de la luz, el
tiempo transcurre mucho más lentamente que para los seres que
han quedado en el planeta del que partió la nave. ¿Hemos de
considerar como una casualidad el que los escritos antiguos
nos informen continuamente, con independencia entre sí, de que
los "dioses" se regían pro unidades de tiempo distintas de las
nuestras?
Para el dios indio Visnú, la edad de una persona significa
sólo "un momento". Los legendarios emperadores de la primitiva
China eran "soberanos celestiales" que subían al cielo sobre
dragones que arrojaban fuego y que vivían 18.000 años de la
Tierra. Sí. P'an Ku, primer "soberano celestial", anduvo ya
por el Cosmos hace más de dos millones de años (p.228).