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Erich von Däniken: Profeta del pasado

Capítulo 5: ¿Signos de los dioses? ¿Signos para los dioses?

[5.4. La ruina en Zimbabue en forma de elipse - ¿castillo, mina de oro, o santuario para Sirio?]
(Zimbabwe)




Mapa de
                            Zimbabwe
Mapa de Zimbabue [1]

Castillo Sirio,
                            vista total
Castillo Sirio, vista total [6]

El lugar con todas las ruinas es llamado "valle de las ruinas"
Muro externo con diseño
                          zigzag con persona adulta
Muro externo de la ruina Sirio en Shona, con diseño zigzag con persona adulta [18]





de: Erich von Däniken: Profeta del pasado. ¡Los extraterrestres están en todas partes! Pruebas demoledoras de las más recientes investigaciones; Ediciones Martínez Roca, S.A., Barcelona 1979, ISBN: 84-270-0535-0; In memoriam Rolf R. Bigler, crítico y amistoso compañero de viaje.

presentado por Michael Palomino (2011)


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Texto:

Un señor de Atenas - La red geométrica de los templos y centros de culto de Grecia - ¿Instigadores Euclides o Platón? - Edificaciones en sección áurea - Emplazamientos sobre puntos de circulo - El sistema geométrico sobrepasa los límites de Grecia - Investigadores rusos descubren ordenaciones geométricas a escala global - Lo que dicen los sioux - Cultos nacidos hoy - Entre los bantú de África - Mas'udi nunca oyó hablar de Zimbabue - "No de mano humana" - Zimbabue medida y estudiada - Los extraños pájaros de Zimbabue - ¿Erigida con arreglo al sistema de Sirio? (p.191)




[5.4. La ruina en Zimbabue en forma de elipse - ¿castillo, mina de oro, o santuario para Sirio?]

Entre los bantú de África



La ruina de
                          Gran-Zimbabue, un castillo Sirio Dibujo del castillo de Zimbabue con vista perspectiva

La ruina de Gran-Zimbabue, un castillo Sirio [2]
1. entrada noroeste
2. entrada oeste
3. muro exterior
4. diseño zigzag
5. plataforma
6. torre cónico
7. corredor

La ruina está en Masvingo [web02] o Shona [web03].

En 1868, el aventurero alemán y traficante de marfil Adam Renders se perdió en el espeso matorral sudafricano. Abriéndose paso con el machete, trató de hallar el camino de retorno a la civilización. ¡Y de pronto, se vio ante un muro de piedra cuya altura no sería inferior a diez metros!

de momento Renders creyó que se había salvado, pues donde (p.205)

hay muros también suelen vivir los seres humanos. Echó a andar a lo largo de la pared, pero pronto se dio cuenta de que estaba moviéndose en círculo y regresaba siempre al punto de partida. Por último, acabó encontrando un hueco en la muralla, medio oculto entre arbustos y ramaje. En aquel instante, Renders creyó ser sin duda el primer blanco que pisaba las ruinas de Zimbabue.




Castillo Sirio de Zimbabue, muro interno
Castillo Sirio de Zimbabue, muro interno [3]
Castillo Sirio, corredor
Castillo Sirio, corredor [4]
Castillo Sirio de Zimbabue, la torre
                          cónica
Castillo Sirio de Zimbabue, la torre cónica [5]


¿La soñada tierra de Ofir?

En 1871 condujo allí al geólogo alemán Karl Mauch. Éste trazó un plano de las ruinas, regresó a Alemania y se presentó como descubridor de Zimbabue.


Castillo Sirio, vista total
Castillo Sirio, vista total [6]

El lugar con todas las ruinas es llamado "valle de las ruinas"

Karl Mauch,
                          retrato
Karl Mauch, retrato [7]
Plano de Karl
                          Mauch del castillo Sirio en Zimbabue
Plano de Karl Mauch del castillo Sirio en Zimbabue [8]
Dibujo de Karl Mauch con las ruinas del
                        castillo Sirio
Dibujo de Karl Mauch con las ruinas del castillo Sirio


Hacemos una vuelta en esa castillo Sirio:
Complejo de ruinas, vista
                                    total
Complejo de ruinas, vista total
Muro externo curvado
Muro externo curvado
Muro externo con personas
                                    adultas
Muro externo con personas adultas
Muro externo con diseño
                                    zigzag con persona adulta
Muro externo con diseño zigzag con persona adulta
Entrada noroeste con persona
                                    adulta
Entrada noroeste con persona adulta
Corredor con persona adulta
Corredor con persona adulta
Corredor con escalera con
                                    personas adultas
Corredor con escalera con personas adultas
La entrada del oeste
La entrada del oeste

[15]

Mauch propugnó la teoría de que Zimbabue había sido en otro tiempo la tierra soñada de Ofir, adonde el rey Salomón iba a buscar oro y piedras preciosas (1 Reyes 9, 26 y sigs.). Ésta no fue sino una de las incontables hipótesis con las que se quiso explicar el enigma de Zimbabue.

Pero otros localizaban, no menos convencidos, el país fabuloso de Ofir en la India o el Elam, en Arabia o en África oriental. Probablemente estaba al sur de la costa occidental del mar Rojo. Sea como fuere, Karl Mauch aportó su teoría, que fue a sumarse a las demás, y nunca supo que la existencia del misterioso lugar constaba en documentos desde hacía mucho tiempo. Por cierto que Adam Renders quedó tan fascinado por aquellas ruinas, que ya no se alejó de allí hasta su muerte.

Sobre las ruinas de Zimbabue, flota una niebla espesa, propicia a las especulaciones románticas. El arqueólogo Marcel Brion (nota 41: Brion, Marcel: Die frühen Kulturen der Welt [Las primeras culturas del mundo]; Colonia 1964) ha recopilado todas las teorías sobre Zimbabue, llegando finalmente a la conclusión de que no son sino "divagaciones románticas".

Marcel Brion, libro "Die
                frühen Kulturen der Welt" [Las primeras
                culturas del mundo] indica que todas las historias sobre
                Zimbabue son leyendas
Marcel Brion, libro "Die frühen Kulturen der Welt" [Las primeras culturas del mundo] [10]
indica que todas las historias sobre Zimbabue son leyendas


Mas'udi no sabía nada de Zimbabue [pero indica minas de oro]

Dada su situación, escondida en lo más hondo de los matorrales africanos, no ha de extrañar que Zimbabue fuese como una especia de contraseña secreta. Ni siquiera el concienzudo escritor y viajero árabe Abu l-Hasan Mas'udi (hacia 895), que vivió en Bagdad y emprendió desde allí vastos viajes geográficos, menciona a Zimbabue en su obra central (p.206) "Lavaderos de oro" (p.206-207).

Se ha demostrado que en aquella zona existía una intensa minería del oro ya en tiempos de Mas'udi, sin embargo.

Damiao de Goes (1502-1574), un historiógrafo portugués muy inquieto, sí menciona a Zimbabue, aunque no la vio personalmente. Fueron unos aborígenes quienes le hablaron, orgullosos, de aquella gran obra.

Damiao de
              Goes, retrato
Damiao de Goes, retrato [11]

También Joao de Barros (1496-1570), paisano y colega del primero habla de Zimbabue en su obra de cuatro tomos "Asia", en los términos siguientes:

No de mano humana

<Los naturales del país llaman a esas edificaciones Zimbabue, lo que significa "residencia real"... Nadie sabe quién las erigió ni cuándo lo hizo, pues los aborígenes no saben leer ni escribir, y por tanto carecen de historia. No obstante, afirman que esas edificaciones han de ser obra del diablo, pues en vista de su propia capacidad les parece imposible que sean hechas por mano humana...>




João de
                          Barros, retrato
João de Barros, retrato [12]
Rodesia Zimbabue,
                          una familia de nativos [13]: Los nativos
                          contaron a Barros que los castillos
                          "Zimbabue" serían de seres
                          supernaturales...
Rodesia Zimbabue, una familia de nativos [13]: Los nativos contaron a Barros que los castillos "Zimbabue" serían de seres supernaturales...




Cien años más tarde, es decir en 1721, el gobernador de Goa anotó esto:

<Se informa que en la capital de Monomotopa [Zimbabue] existe una torre u obra de muralla que, a todas luces, no fue erigida por los negros aborígenes.> (nota 41: Brion, cit.)


[Viaje de Däniken a Zimbabue: hotel y razas diversas en Zimbabue]

A finales de otoño de 1976 estuve en Zimbabue, que no en vano ha pasado a formar parte de los circuitos turísticos de moda. Desde Fort Victoria se llega al yacimiento por una carretera bastante estrecha, aunque asfaltada. A pocos kilómetros de Zimbabue hallamos el "Zimbabue Ruins Hotel";

Zimbabwe Ruins Hotel [hotel Ruinas
                de Zimbabue]
Zimbabwe Ruins Hotel [hotel Ruinas de Zimbabue] [14]

varias chobas con techado de paja rodean en semicírculo un patio con árboles. Después de ocupar una de las mesas de piedra, negros serviciales le sirven a uno manjares y bebidas; llevan banderolas de seda con grandes rótulos que anuncian sus respectivas funciones de camareros, sumilleres o MAÎTRES. Eso es lo que uno llamaría una vida idílica, si no fuese por las descargas cerradas y ráfagas de ametralladora que, de vez en cuando, se oyen en algún valle próximo: Mozambique está a sólo una hora y media de distancia.

En los hoteles y locales públicos de Rodesia que yo he conocido (p.208)

había camareros negros y blancos, lo mismo que camareras negras y blancas; en el paisaje urbano hay conductores de autobús y taxistas negros y blancos. Hay muchos blancos a quienes no gustan los negros, y negros que no sienten especial cariño por los blancos. ¿Acaso nosotros somos tan diferentes? ¿Es que los alemanes quieren a los trabajadores inmigrantes turcos? ¿Acaso los suizos estimamos a los cientos de miles de meridionales que construyen nuestras autopistas y nuestros pantanos, y que horadan con túneles los Alpes?

Con estas observaciones no pretendo quitar hierro al problema racial allí planteado. Pero vale la pena mencionarlo, porque incluso las ruinas de Zimbabue han entrado en el conflicto político. Hasta hace poco, en Rodesia se consideraba "shocking" cualquier atribución de esos monumentos a los negros. Efectivamente, las innumerables tribus africanas del norte y del sur jamás erigieron construcciones tan gigantescas. La organización y la planificación eran cosas ajenas a su mentalidad, y probablemente siguen siéndolo. El que hace veinte años hubiese afirmado que los bantú fueron los constructores de Zimbabue se habría hecho muy pero que muy impopular. Por razones políticas. ¡No era cosa de aceptar que unos negros hubieran sido capaces de culminar tamaña empresa!


Conversación con un arqueólogo rodesiano [Sinclair cuenta de un imperio de Zimbabue hasta el océano Índico - hallazgos - la ruina fue una mina de oro]

Entrevisté al arqueólogo rodesiano Paul Sinclair, un hombre de unos treinta y cinco años de edad. Es funcionario del National Museums and Monuments of Rhodesia [museo nacional y monumentos de Rodesia] y trabaja desde hace algún tiempo para el Simbabwe Museum. Ha organizado por cuenta propia varias excavaciones en los valles cercanos; en estratos bastante profundos ha encontrado sedas chinas, cerámicas árabes, gran número de objetos de adorno bantú y extrañas figurillas de origen no conocido.

Le pregunté a Sinclair:

-- En su opinión, ¿quiénes fueron los constructores de esas gigantescas murallas?

-- Fueron los negros - respondió -, En el idioma shona, Zimbabue significa algo así como "la casa honorable" o "venerable". Una casa venerable puede ser un templo, o también una residencia real. Por desgracia, hasta ahora no ha sido (p.209)

posible hallar la tumba de ese rey o dictador megalómano al que pudiéramos atribuir tan ciclópeos trabajos. Así pues, por ahora no es posible contestar a la pregunta de quién fue.

-- ¿Qué es lo que le lleva a usted a la convicción de que fueron los negros?

Sinclair me condujo hasta un armario con infinidad de tiradores, y fue abriendo un cajón tras otro.

-- Vea usted. Todos estos objetos han sido hallados en el "Valle de las Ruinas". Entre el lugar donde nos encontramos y los puertos de Sofala y Quelimae en Mozambique hay unos cien yacimientos de ruinas, no tan grandes como las de Zimbabue, pero de disposición parecida. mediante un efecto térmico arrancaban losas del granito y con ellas edificaban sus murallas, sin necesidad de mortero. Antiguamente, el imperio de Zimbabue llegaba hasta el océano Índico. Seguramente los desconocidos reyes de Zimbabue vendían oro a los árabes y chinos a cambio de otras mercancías. ¡Vea aquí las pruebas de esta suposición! Esto es seda china, y estos son jarrones chinos que estaban en el subsuelo de aquí. Hemos encontrado telas árabes, brazaletes, trozos de vasijas de vidrio e incluso varios objetos de adorno procedentes de la India. Estos hallazgos nos llevaron a la conclusión de que partía de aquí una ruta comercial hacia los puertos del océano Índico (en la actual Mozambique). y, ¿con qué comerciarían? Con el oro, naturalmente, pues sabemos que dentro de Zimbabue y alrededor de ella había minas de oro. Ello está indicado también por el título de los reyes, Monomotata, pues dignifica aproximadamente "señor de las minas".

-- ¿No sería más lógico suponer que los constructores fueron los árabes?

-- No. Lo demuestra el hecho de que los objetos de origen extranjero abunden mucho menos que los de la artesanía local, y que claramente son obra de los negros. Todos estos cajones están llenos de figurillas, de muestras del trabajo de los constructores negros.

[Figurinas encontradas en la ruina de Zimbabue]

En aquellos cajones estaban, efectivamente, las figurillas talladas en época desconocida, quizá para entretener los ocios junto a la hoguera del campamento minero: la mayoría de los rostros presentaban rasgos negroides. Pero también vi algunos que me recordaron espontáneamente a mis dioses-astronautas. cabezas redondas, totalmente cubiertas por cascos. Removí un incontable número de brazaletes de marfil, de collares (p.210)

hechos con huesos de animales africanos, de piezas talladas en maderas nobles con incrustaciones de marfil.

-- Si le he entendido bien, señor Sinclair, los constructores de Zimbabue fueron los negros. Pero, ¿por qué? ¿Para qué?

El arqueólogo opinaba que Zimbabue había sido un refugio, un fuerte contra los bandoleros, porque la cantidad de oro acumulado allí debió ser un botín codiciado desde los tiempos más primitivos.

Esta respuesta no me satisfizo en absoluto.

¿Qué dijo el historiador portugués, refiriéndose a la tradición oral de los indígenas?

<Afirman que esas edificaciones han de ser obra del diablo, pues en vista de su propia capacidad les parece imposible que sean hechas por mano humana...>

¿Qué aspecto tiene Zimbabue hoy?


Análisis de las ruinas [muro elipse sin mortero y sin argamasa]


El castillo
                            Sirio, vista aérea, está en
                            una forma de elipse
El castillo Sirio, el castillo de Shona, vista aérea, está en una forma de elipse 01 [16]. El lugar con todas las ruinas es llamado "valle de las ruinas"

castillo Sirio
                            de Zimbabue, vista aérea 02
castillo Sirio de Zimbabue, vista aérea 02 [17]

El principal núcleo del yacimiento es una muralla de piedra de unos 100 metros de largo, de forma elíptica, que encierra una superficie de unos dos mil metros cuadrados. A esa elipse le llaman hoy "la residencia real", lo cual es un nombre bastante absurdo, sabiendo que probablemente no ha residido jamás ningún rey entre esas murallas:

-- no se ha encontrado tumba,
-- ni jeroglíficos,
-- ni estatuas,
-- ni bustos,
-- ni restos de herramientas de ningún género.

Zimbabue no tiene historia.

El muro que rodea la "residencia" tiene diez metros de altura y cuatro y medio de ancho, en promedio. No se empleó mortero ni argamasa para erigir esta pared, cuyo peso total se estima en cien mil toneladas.

Los restos de muros DENTRO de la elipse no dan lugar a ninguna conclusión lógica. Hay otros círculos y elipses de pequeñas dimensiones, una pared que discurre paralela a la exterior y más baja que ésta... y en la "esquina derecha" (aunque, bien entendido, una elipse no tenga "esquinas", por cuyo motivo lo ponemos entre comillas) se alza una torre de diez metros de altura sobre una base de seis metros de diámetro. Tampoco la torre obedece a ningún sentido que nosotros podamos (p.211) entender: no hay entrada, no tiene ni escalera ni ventanas.

La torre del
              castillo Sirio: la torre no tiene entrada ni ventanas ni
              escalera
La torre del castillo Sirio: la torre no tiene entrada ni ventanas ni escalera [18]

El contorno exterior está formado por apilamiento compacto de piedras, de dentro afuera.

La arqueólogo inglesa Gertrude Gaton-Thompson, encargada de la dirección de las excavaciones en 1929, sospechó que debajo de la torre podría haber un sepulcro; ordenó excavar, pero no se encontró sepultura alguna. A lo que parece, la torre es un misterio tan grande como el de las murallas que la rodean (p.213).

Gertrude Caton-Thompson, retrato:
                su excavación resultó que no
                resultó nada
Gertrude Caton-Thompson, retrato [19]:
su excavación resultó que no resultó nada

Alrededor de la elipse se extiende un campo de ruinas no tan espectaculares, al que llaman "el Valle de las Ruinas". He estado allí, y no puedo decir que haya visto ningún valle. Las ruinas están dispersas sobre la misma llanura donde se sitúa la gran elipse. Y aquí, como suele ocurrir, brota entre las piedras una lujuriante vegetación.

El emplazamiento de la gran elipse o valle de las ruinas está dominado por un tercer complejo situado sobre una loma escarpada a la que llaman la "acrópolis". En este lugar se han aprovechado con gran habilidad los accidentes del terreno: en las quebraduras de la roca echaron cimientos para la muralla.

Shona, valle de las ruinas en
                Zimbabue, acrópolis
Shona, valle de las ruinas en Zimbabue, acrópolis [20]

[Las dimensiones de la muralla]

La parte más gruesa de ésta, la que forma el "muro exterior", tiene 7,50 metros de alto y 6,70 metros en la base disminuyendo hacia arriba, pero con un espesor respetable de cuatro metros todavía en la coronación del muro. Los obreros debían ser poco propensos al vértigo, pues en algunos puntos de la acrópolis la muralla se alza sobre rocas que parecen cortadas a pico. ESTA parte de la acrópolis sí debió ser fácil de defender, si es que Zimbabue era una fortaleza.


[La ruina en la montaña en la "acrópolis"]

Ocho pájaros de Zimbabue

Arriba [en la acrópolis] se hallaron pequeños brazaletes de oro, cuentas de cristal y ocho pájaros de saponita, como se llama científicamente, o piedra de jabón, porque tiene tacto de jabón cuando está seca. Estos "pájaros de Zimbabue" refuerzan el misterio del paisaje de ruinas; miden hasta treinta centímetros de alto, y probablemente se asentaban sobre columnas.



Plano de las
                          ruinas de Zimbabue con Shona y con la
                          acrópoli
Plano de las ruinas de Zimbabue con Shona y con la acrópolis [21]
La vista a la ruina en la
                            acrópolis
La vista a la ruina en la acrópolis [23]

Estela de pájaro en piedra de
                          jabón, encontrado en la
                          acrópolis de Shona
Estela de pájaro en piedra de jabón, encontrado en la acrópolis de Shona [22]

Esos pájaros existen en muchas copias.

El suelo de la acrópolis presenta un motivo geométrico. Desde esta altura, el panorama sobre el Valle de las Ruinas y las grandes murallas es de los que cortan la respiración.

Vista de la acrópolis a las
                ruinas de Shona con el castillo Sirio
Vista de la acrópolis a las ruinas de Shona con el castillo Sirio [24]

Algunos de los bloques de piedra, de más de quince metros de altura, parecen trabajados por mano humana; otros podrían haber sido expuestos a la acción de máquinas. Recuerdo otros monolitos con marcas semejantes, como los del Perú. Allí, en la fortaleza inca de Sacsayhuamán, se puede contemplar un espectáculo parecido: como si en otro tiempo hubiesen andado gigantes por ahí, jugando con las piedras. Hoy existe un estrecho sendero que sube en zigzag hasta donde están los monolitos. El que pretenda subir sin guía y a horas de mucho calor, que se guarde de las serpientes (p.214).

La ruina en la acrópolis
La ruina en la
                          acrópolis, muros
La ruina en la acrópolis, muros [25]
Ruina en la
                          acrópolis, muro grande con torres
Ruina en la acrópolis, muro grande con torres [26]

Ruina en la acrópolis, la entrada
                          (derecha) con piedras gigantes (mitad)
Ruina en la acrópolis, la entrada (derecha) con piedras gigantes (mitad) [27]
La ruina en la
                            acrópolis con la entrada y las
                            piedras gigantes con personas adultas
La ruina en la acrópolis con la entrada y las piedras gigantes con personas adultas
[29]

La ruina en la acrópolis con la
                            entrada y las piedras gigantes con personas
                            adultas, primer plano
La ruina en la acrópolis con la entrada y las piedras gigantes con personas adultas, primer plano [29]
Comparación:

Sacsayhuamán (Perú),
                              piedras gigantes con persona adulta
Sacsayhuamán (Perú), piedras gigantes con persona adulta [28]


La Rodesia de Cecil Rhodes

Cecil Rhodes (1853-1920), el fundador de Rodesia, visitó Zimbabue y le interesaron mucho las ya entonces numerosas teorías sobre el origen de aquellas construcciones; por inclinación prefirió la versión bíblica, según la cual Zimbabue había sido Ofir, la tierra del oro.

Cecil Rhodes, retrato
Cecil Rhodes, retrato [30]

¿Construida por los árabes?

Hacia la misma época aproximadamente, el arqueólogo J.P. Went propugnó la opinión de que Zimbabue fue construida por los árabes. Aun hoy opina lo mismo R. Gayre of Gayre, aduciendo que si los negros bantú no edificaron construcciones megalíticas en ningún otro lugar, ¿por qué iban a hacerlo precisamente allí? Gayre motiva su hipótesis con el comercio del oro. Los árabes habrían excavado aquellos lugares desde tiempos preislámicos, y edificado Zimbabue para la protección (p.215)

de sus tesoros. En cuanto al muro elíptico, señala la existencia de otro parecido del siglo XVII, que se halla en el Yemen.

Según algunas estimaciones, en su mejor época Zimbabue habría producido hasta 600.000 toneladas de oro por año. Actualmente la producción anual de Rodesia todavía alcanza las dieciséis toneladas.

Todo es discutible, nada está asegurado. Realmente Zimbabue parece no tener historia.

Como yo prefiero suponer que nuestros antepasados tendrían una capacidad más o menos semejante a la nuestra en lo relativo a cuestiones prácticas e independientemente de si eran blancos o negros, cuando estoy en Zimbabue, a la vista de aquellas poderosas construcciones, la tierra soñada de Ofir me produce una extraña sensación de malestar. ¿A qué será debida esa inquietud?

Si alguna vez hubo aquí una guarnición para vigilar los transportes de oro, es evidente que los soldados se alojarían en la inexpugnable acrópolis. Desde ÉSTA sí se dominaba el llano.


Enigmática elipse

En cambio, la gran ruina elíptica del llano se resiste a entregarnos su sentido. Desde ella no se domina ningún panorama, ni está provista de lo que los defensores de todos los tiempos necesitan: torres, almenas, troneras. Incluso debía resultar difícil el subir a la muralla, pues no hay en ésta escaleras por las que subir ni salientes por donde trepar. No es posible que la gran elipse haya servido nunca de fuerte.

Pero entonces, ¡válganos Dios!, ¿por qué las tribus africanas acarrearon cientos de miles de toneladas de granito hasta este lugar, para erigir tan macizos muros?

Esta pregunta no me dejaba en paz, me acosaba durante días enteros mientras yo recorría de un extremo a otro aquel llano sembrado de ruinas... ¡hasta que tropecé con un mapa de las instalaciones de Zimbabue, colgado de la pared del Museo! (p.216)


¡La torre en el "rincón derecho" de la elipse!

Dentro de la gran elipse aparecía - además de otras ruinas indefinibles - la maciza torre cónica... ¡ocupando un lugar bien significativo en su "rincón derecho"! La elipse y la torre, en sus respectivas posiciones... ¿no parecían una versión más complicada del modelo de Sirio, descubierto entre los negros dogón de la república del Malí, en África occidental?

Plano de la ruina de Shona con el
                modelo del sirio de los dógon de Mali
Plano de la ruina de Shona con el modelo del sirio de los dógon de Mali (p.219)

El investigador norteamericano Robert G. Temple (nota 42: Temple, Robert G.: Das Sirius-Rätsel; Francfort 1977) ha demostrado con toda exactitud que la tribu africana de los dogón posee, desde tiempos inmemoriales, detallados conocimientos sobre el sistema de Sirio.


Una pista sobre el sistema de Sirio de los dogón del Malí [elipse de Sirio B alrededor de Sirio A - forma de elipse en Zimbabue]

La brillante Sirio A, principal estrella de la constelación del Can Mayor, tiene una compañera invisible, una diminuta estrella de neutrones - Sirio B - que describe una elipse alrededor de la primera. En los grabados rupestres de los dogón se distingue claramente esa órbita elíptica alrededor de la visible Sirio A situada "abajo a la derecha".

Los dogón aseguran haber recibido sus extraordinarios conocimientos astronómicos de un dios llamado Nommo. Pero Nommo no sólo enseñó a los negros la existencia de una Sirio B INVISIBLE en órbita alrededor de Sirio A, sino también los nombres y períodos de varios planetas del sistema de Sirio. Tienen ahí un "planeta zapatero" y un "planeta de mujeres", conocimientos acerca del sistema de Sirio que la moderna astronomía aún no posee. NOSOTROS sabemos únicamente que Sirio B gira en órbita elíptica alrededor de Sirio A, con una periodicidad de cincuenta años.

Ahora, frente al plano expuesto en el Museo de Zimbabue, saltaba a la vista un paralelismo óptico. La gran elipse de Zimbabue, con su extraña torre "abajo a la derecha", ¿no se parece a lo que cuentan del sistema de Sirio los dogón? ¿Tal vez los inexplicables restos de muralla DENTRO de la gran elipse representen las órbitas del "plantea zapatero" y el "plantea de las mujeres"? De lo contrario, ¿por qué tenemos junto a la gran muralla elíptica, a lo largo de casi un tercio de su longitud, otra muralla interior paralela, y aparentemente absurda? Y digo (p.218)

esto, porque no se concibe que haya podido servir a fines defensivos, como tampoco los demás muros circulares o espirales DENTRO de la elipse.

Es preciso elevarse en el aire para comprobar, a vista de pájaro, la práctica identidad de la gran elipse de Zimbabue, con su torre maciza rechoncha en la parte "inferior derecha", respecto del sistema de Sirio tal como lo representan los dogón.

Lo cual nos conduce a tratar de indagar si además de la sorprendente semejanza óptica entre las instalaciones de Zimbabue y el modelo dogón de Sirio existe también un vínculo conceptual.

Siempre y en todas partes, los motivos religiosos han impulsado hazañas descomunales de los humanos. En toda la redondez de la Tierra, el móvil religioso inspira la erección de signos para los dioses, de lo cual no se exceptúan ni las mezquitas musulmanas ni las catedrales cristianas, iguales en esto a los templos megalíticos y las pirámides. Hasta los pueblos más (p.219)

pobres se dedicaron a reunir oro y piedras preciosas con tal de adornar con esos materiales los símbolos de la divinidad. En esto son lo mismo paganos y cristianos: siempre que se emprenden construcciones y se ofrecen sacrificios, es en honor de un dios.

Por consiguiente, ¿no es lógico suponer que los negros de Zimbabue, si creían en un dios llamado Nommo, erigieron una gran obra en recuerdo de la procedencia celestial del mismo: un modelo en piedra del sistema de Sirio? ¿Fue el afán religioso lo que les lanzó a la magna empresa, al objeto de expresar su fe en el retorno de Nommo? Tal vez querían indicarle a su dios: ¡Aquí estamos, y seguimos esperándote!


[Comparación: Sirio en la cultura de Egipto]

Los "halcones" de Zimbabue y de Horus

Los ocho pájaros de la acrópolis de Zimbabue presentan gran semejanza con los halcones sagrados del dios egipcio Horus, que en su origen era un dios del cielo. Su símbolo era un halcón con las alas extendidas.

¿Quizá los dogón recibieron de los egipcios su ancestral saber, como apunta Robert G. Temple? En efecto, el calendario egipcio más antiguo es un calendario basado en Sirio, así como la diosa egipcia Isis era en principio la diosa de Sirio.

¿Qué papel desempeñan los ocho pájaros falconiformes de Zimbabue en esas ruinas africanas?

No se sabe cuándo ni por quién fue construida Zimbabue. Esa ruina no parece tener historia. Pero tampoco sabemos cuándo ni de dónde llegaron al Malí los dogón. Pero el modelo de un determinado sistema planetario parece que fue conocido tanto por los dogón como por los bantú. Ambos adoraban la figura simbólica del dios egipcio Horus, el halcón. Tal vez los dogón conmemoraban una visita de los dioses con sus tradiciones alrededor del sistema de Sirio, mientras los bantú prefirieron plasmar el mismo sistema mediante un modelo que nadie pudiese abarcar desde tierra.

No digo que mi propuesta sea la solución del enigma de Zimbabue. Sólo sé que hasta la fecha no ha sido posible afirmar nada seguro. Puesto que la gran elipse de Zimbabue no era una fortaleza - que ésta se halla cien metros más arriba, en la acrópolis -, tuvo que ser una residencia o una especia de templo. Pero el supuesto de una residencia no encaja porque (p.220)

no se observa ningún signo de habitabilidad, ni rastros de inscripciones con nombres de reyes u otros adornos en las murallas, más bien primitivas. Nada semejante a un trono, ni salas que hubieran podido ser frecuentadas por los humanos. A ningún príncipe de época alguna le habría servido la torre cónica del "rincón de abajo a la derecha" de la elipse, ni tampoco la absurda segunda muralla interior, paralela a la exterior elíptica.

Excluidos el fuerte y la residencia como posible utilidad, nos queda únicamente la suposición de un culto religioso. Mientras pasaba mis días en Zimbabue, no me costaba mucho imaginar una procesión de negros bantú, entonando cánticos, avanzando entre los dos muros paralelos hacia la torre cónica para adorar al dios Nommo del sistema de Sirio.

Las soluciones propuestas al enigma de Zimbabue hasta el presente no son más que especulaciones, a las que sumo la mía. Tengo a mi favor, más o menos, tanto o tan poco como los otros que han especulado al respecto.

Después de tanto estudio y tantas excursiones, me acuerdo cada vez más de aquel maduro caballero de Atenas. Tendrá que pedirle excusas (p.222).


Suplemento:

Desde 1986 la ruina de ese castillo es herencia mundial de la ONU [web01].


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Fuentes
[web01] http://de.wikipedia.org/wiki/Groß-Simbabwe
[web02] http://www.keyafrica.com/en/Africa_L2/Culture_C791/Great-Zimbabwe-Ruins_O1600169
[web03] http://www.fine-african-art.com/infoshona/infoshona.htm


Fuentes de fotos
[1] mapa de Zimbabue: http://www.thesafaricompany.co.za/Zimbabue_Country_Info.htm
[2] castillo Sirio: http://www.memo.fr/en/article.aspx?ID=MOD_AFR_004
[3] castillo Sirio, muro interno: http://de.wikipedia.org/wiki/Groß-Simbabwe
[4] castillo Sirio, corredor: http://de.wikipedia.org/wiki/Groß-Simbabwe
[5] castillo Sirio, torre: http://de.wikipedia.org/wiki/Groß-Simbabwe
[6] castillo Sirio, vista total: http://en.wikipedia.org/wiki/Great_Zimbabwe
[7] Karl Mauch, retrato: http://www.landesarchiv-bw.de/web/42787
[8] plano de Karl Mauch del castillo Sirio: http://www.landesarchiv-bw.de/web/42787
[9] dibujo de Karl Mauch del castillo Sirio: http://www.landesarchiv-bw.de/web/42787
[10] Brion: libro "Die frühen Kulturen der Welt" [Las culturas primeras del mundo]:
http://www.buchfreund.de/Die-fruehen-Kulturen-der-Welt-Brion-Marcel-Karl-Gutbrod-und-Karlhermann-Heller-Erdmute-Bergner,50367893-buch
[11] Damiao de Goes, retrato: http://www.linguaportuguesa.net/tela_19.htm
[12] João de Barros, retrato: http://de.wikipedia.org/wiki/João_de_Barros
[13] Rodesia-Zimbabue, familia nativa: http://it.wikipedia.org/wiki/File:Rhodesia_Zimbabwe_Family_from_the_Carpenter_Collection,_ca._1890-1925_(LOC).jpg
[14] Zimbabwe Ruins Hotel [hotel Ruinas de Zimbabue], logotipo:
http://www.memoriesofrhodesia.com/auctions/auction_details.php?name=GREAT-ZIMBABWE-RUINS-HOTEL-LUGGAGE-LABEL&auction_id=5292
[15] castillo Sirio (ruinas) de Zimbabue con personas: http://www.bespolka.com/bespolka web site/Africa Trip 00-01/Zimbabwe/Zimbabwe 2001-4-4.htm
[16] castillo Sirio de Zimbabue, vista aérea 01: http://www.keyafrica.com/en/Africa_L2/Culture_C791/Great-Zimbabwe-Ruins_O1600169
[17] castillo Sirio de Zimbabue, vista aérea 02: http://www.fine-african-art.com/infoshona/infoshona.htm
[18] castillo Sirio, la torre sin ventanas, sin escalera: http://www.keyafrica.com/en/Africa_L2/Culture_C791/Great-Zimbabwe-Ruins_O1600169
[19] Gertrude Caton-Thompson, retrato: http://images.rgs.org/search_.aspx?keyword=women travellers
[20] acrópolis de Shona sobre el castillo Sirio: http://www.afritecture.org/tag/shona
[21] plano de ruinas de Zimbabue con Shona y con acrópolis: http://de.wikipedia.org/wiki/Groß-Simbabwe
[22] estela de pájaro en piedra de jabón: http://jeroldrichert-novels.com/Zimbabwe Ruins.html
[23] vista a la ruina en la acrópolis: http://de.wikipedia.org/w/index.php?title=Datei:Great-Zimbabwe-3.jpg&filetimestamp=20050506185657
[24] vista de la acrópolis a las ruinas Shona con castillo Sirio: http://www.erde-in-bildern.com/results.php?suche_loc=Simbabwe
[25] ruina en la acrópolis, muros: http://www.erde-in-bildern.com/results.php?suche_loc=Simbabwe
[26] ruina en la acrópolis, muro grande con torres: http://www.biologie.uni-hamburg.de/b-online/afrika/zimbabwe/great.htm
[27] ruina en la acrópolis, entrada y piedras gigantes: http://www.biologie.uni-hamburg.de/b-online/afrika/zimbabwe/great.htm
[28] Sacsayhuamán (Perú), piedras gigantes con persona adulta: http://blog.lib.umn.edu/victor/hereandthere/2010/06/peru_-_sacsayhuaman.html
[29] ruina en la acrópolis, entrada, piedras gigantes y personas adultas: http://www.rhodesia.me.uk/Gallery.htm
[30] Cecil Rhodes, retrato: http://www.feierabend.de/Suedliches-Afrika/Laenderprofile/Zimbabwe/Die-Geschichte-Zimbabwes/Von-den-englischen-Entdeckern-bis-zur-Gruendung-Rhodesiens/Cecil-Rhodes-26970.htm



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